Si Rusia interviniera más lejos en Ucrania, no dudaría en llamarlo un error histórico, (…) un error de cálculo con enormes implicaciones estratégicas, afirmó en rueda de prensa. Al concluir en Bruselas una reunión de dos días con los ministros de Asuntos Exteriores de los países aliados, dijo que (esa situación) llevaría a más aislamiento internacional (y) tendría consecuencias de amplio alcance para las relaciones entre Rusia y el mundo occidental.
La OTAN no ha observado señales de una reducción significativa en la presencia militar rusa en la frontera con Ucrania y considera que la retirada de un batallón de mil hombres, anunciado por Moscú, es insignificante si se tiene en cuenta que otros 40 mil soldados permanecen en la región.
El líder aliado reiteró que la única manera que tiene Rusia para solucionar la actual crisis política es rebajar la situación militar, replegar sus tropas, hacer honor a sus compromisos internacionales y entablar un diálogo constructivo directamente con el gobierno ucraniano. No estamos discutiendo opciones militares. Creemos que el camino adecuado adelante es encontrar una solución política y diplomática, manifestó.
La Alianza acredita que la presión ejercida por Rusia sobre Ucrania es parte de una estrategia para tratar de restablecer una esfera de influencia que cubra el antiguo espacio soviético.