* Ofrece presentación como parte de su gira por México “¡Viva!
México, 5 Oct (Notimex).- Un viaje por el continente sudamericano impregnado de tango y candombe, géneros declarados Patrimonio Intangible de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), ofreció la Orquesta Sinfónica Juvenil de Uruguay en esta capital.
Durante su presentación en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris y bajo la dirección de Ariel Britos, la agrupación, considerada una de las principales orquestas juveniles de Latinoamérica, deleitó al público con un programa integrado por la obra de compositores brasileños, estadounidenses, italianos, uruguayos y argentinos.
Con apenas un puñado de personas que se congregó en la parte baja del recinto, estos jóvenes que oscilan entre los 13 y 29 años de edad dejaron un buen sabor de boca.
Como parte de su gira de conciertos por México bajo el título ¡Viva!, los sinfónicos arrancaron su concierto con una O trenzinho do Caipira, del brasileño Héctor Villalobos (1887-1959), una pieza que goza de sonoridades bajas y a la vez suaves.
Enseguida, el pianista Coro Foderé prendió los ánimos y se llevó la ovación con Rapsodia in Blue, del estadounidense George Gershwin (1898-1937), pieza en la que se combinan elementos de música clásica con efectos de influencia jazzística.
Destacó sin lugar a dudas la presencia de los sinfónicos uruguayos en el escenario, toda vez que son pocas las ocasiones en la que música de cámara arriba a este recinto, que en su mayoría presenta obras de teatro, incluso concierto de otros géneros musicales como el jazz.
La velada continuó con Suite de Ballet según Figari, del uruguayo Jaurés Lamarque Pons (1917-1982); para dar paso a la presencia del violinista Ino Mirkovic y el contrabajo Milton Masciadri, quienes interpretaron Gran Dúo Concertante para violín y contrabajo y orquesta, del italiano Giovanni Bottesini (1821-1889), llevándose también los aplausos.
En la segunda mitad del concierto sonó Tamboriles, de Luis Cluzeau Mortet (1888-1957), y se rindió un homenaje a Carlos Gardel (1890-1935) con una pieza homónima con arreglos de Santiago Gutiérrez; además se recordó al argentino Astor Piazzolla (1921-1992) con Adiós Nonino.
El recital cerró con obras de compositores argentinos y uruguayos, se trata de Taquito Militar, de Mariano Mores (1918) y La Cumpartista de Gerardo Matos Rodríguez (1897-1948).
La Orquesta Sinfónica Juvenil de Uruguay tiene su origen en 2011, fruto de la alianza entre el Servicio Oficial de Difusión, Radiotelevisión y Espectáculos (SODRE) y la Fundación Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles del Uruguay (FSOIJU).
Está integrada por más de 100 músicos jóvenes, entre 13 y 29 años, y tienen su sede en el Auditorio Nacional Adela Reta de la ciudad de Montevideo, donde realiza su Temporada Principal de Conciertos.