La campaña, denominada Sus acciones cuentan: sea un viajero responsable, se presentó este miércoles en el marco de la Feria Internacional de Turismo de Berlín (ITB).
El objetivo de la campaña es sensibilizar al público respecto a los bienes y servicios ilegales que con más frecuencia pueden encontrar los turistas en sus viajes.
Ofrece orientación para reconocer posibles situaciones de tráfico de personas, especies silvestres, bienes culturales, drogas ilegales y falsificaciones, e invita a los viajeros a actuar, tomando decisiones de consumo responsables.
El secretario general de la OMT, Taleb Rifai, apuntó que los turistas son ciudadanos globales y, cuando son más de mil millones las personas que viajan por el mundo cada año, deben convertirse en una fuerza benéfica.
Expuso que tomar las decisiones éticas correctas como consumidores reduce la demanda de productos ilegales y contribuye a conservar los bienes naturales y culturales que configuran una parte inestimable del patrimonio de las comunidades (…) a las que visitan.
Por su parte, el director ejecutivo de la UNODC, Yuri Fedotov, subrayó la importancia de informar a los viajeros sobre el destino del dinero que pagan al comprar productos ilegales.
Los viajeros tienen la responsabilidad de no contribuir a los beneficios que genera la delincuencia organizada, sostuvo.
Ya se trate de la venta de personas, productos de origen animal, drogas, artefactos culturales o falsificaciones, es importante que los viajeros entiendan perfectamente la naturaleza explotadora de estas actividades, agregó.
Aseveró que las campañas de sensibilización como ésta son esenciales para que los posibles consumidores estén informados de los efectos adversos de sus decisiones de compra.
A su vez, la directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, afirmó que proteger el patrimonio cultural está ligado a la protección de las personas.
Los turistas son blancos fáciles para los traficantes que venden artefactos culturales de procedencia dudosa, explicó Bokova.
Alertó que los viajeros no suelen ser conscientes de que esos souvenirs pueden ser un patrimonio robado, arrancado de su entorno original, extraído ilegalmente de un yacimiento arqueológico o adquirido por personas sin escrúpulos que ofrecen un exiguo pago a cambio.
Su pérdida puede causar daño y aflicción considerables a sus propietarios legítimos, para quienes esos elementos forman parte intrínseca de su identidad y de sus valores culturales, enfatizó.
La campaña Sus acciones cuentan: sea un viajero responsable pretende contribuir al objetivo de Naciones Unidas de combatir la delincuencia organizada, así como de cumplir el Código Ético Mundial para el Turismo de la OMT.