El juez federal de distrito, Jeffrey White, quien supervisa una demanda por invasión de privacidad contra la entidad, emitió el lunes una orden de alcance nacional para proteger las pruebas hasta el 19 de marzo, cuando celebrará una audiencia para determinar si extiende más esa fecha.
El tribunal federal secreto que aprobó las actividades de vigilancia dela NSA ha exigido que los documentos se destruyan después de cinco años por razones de privacidad. El viernes, el Tribunal de Vigilancia de Inteligencia en el Extranjero negó la solicitud del gobierno federal de mantener los registros debido a demandas en curso.
La NSA, que ha reconocido que recopiló los números telefónicos y otra información sobre todas las llamadas en Estados Unidos, estaba preparada para destruir el martes todos los registros de hace más de cinco años, según documentos del tribunal. White dijo que hacía cumplir una orden que él mismo emitió en un caso anterior de vigilancia de la NSA para evitar la destrucción de las pruebas.
El magistrado escribió: “El tribunal no podría ofrecer una solución efectiva una vez que se destruyan los registros” antes de decidir si esa recopilación era legal. Los demandantes son grupos de derechos civiles, ambientalistas y religiosos, así como organizaciones que defienden la tenencia de armas y el consumo de marihuana.
La NSA comenzó a recopilar registros de llamadas telefónicas a raíz de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Y desde 2006 la agencia ha recibido autorización del Tribunal de Vigilancia de Inteligencia en el Extranjero para hacerlo.