Caracas, 31 Oct (Notimex).- La oposición venezolana descartó firmar cualquier acuerdo electoral mientras el oficialismo recurra al peculado en su campaña electoral y se niegue a tener observación internacional, dijo hoy el candidato José Amalio Graterol.
En diálogo con Notimex, Graterol consideró “contradictorio” que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, propusiera un acuerdo para respetar los resultados, mientras advierte a sus seguidores que deben ganar los comicios “como sea” necesario.
“Lo importante es que se sepa que alguien que dice que está dispuesto a ganar como sea, está diciendo que está dispuesto a hacer trampa y que no se acoge a las reglas”, aseguró el candidato al gobierno del occidental estado de Falcón.
Graterol estimó que el acuerdo propuesto por Maduro “es un acto de ridiculez”, toda vez que “cuando hay leyes y una Constitución no hace falta en lo absoluto firmar ningún acuerdo”, sino respetar el marco legal vigente.
El abogado de profesión denunció que “el gobierno ha utilizado los recursos del Estado para su campaña electoral”, incurriendo en el delito de peculado, ayudado con el “silencio cómplice” de los poderes públicos que estarían controlados por el chavismo.
Indicó que el chavismo recurre a cadenas de radio y televisión, regala electrodomésticos a los votantes y obliga a la oposición a alterar sus candidaturas, con colaboración del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Recalcó que la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) propuso un acuerdo que abarcara la revisión del Registro Electoral Permanente (REP) y permitir la observación internacional de los comicios del próximo 6 de diciembre, pero el oficialismo y el CNE se negaron.
Maduro ha advertido que en el “supuesto negado” de que el chavismo pierda las elecciones, “no va a entregar la revolución”, por lo que entraría en una “nueva etapa” de “unión cívico-militar” que radicalizaría el modelo socialista.
Graterol consideró estas palabras como “bravuconadas de una persona que sabe que no tiene el respaldo popular” y que tiene que recurrir a las amenazas para evitar una inminente derrota electoral.