Ahmad al-Jarba, líder del principal grupo opositor, habló en Washington el mismo día en que las fuerzas rebeldes se rindieron en Homs. Declaró que lo que importa no es ganar o perder una ciudad, sino la guerra en su totalidad.
Los rebeldes han pedido desde hace tiempo ayuda bélica estadounidense, pero el gobierno en Washington se ha negado, por temor a que las armas caigan en manos de terroristas o de extremistas islámicos que también luchan contra Bashar Al-Assad. Al-Jarba, quien se reunirá con el presidente Barack Obama en su visita, agradeció a Estados Unidos por su asistencia humanitaria y su apoyo en la ONU.
Dijo que el pueblo sirio no desea que Estados Unidos ni que ningún otro país envíe soldados ni naves de guerra, sino que se les facilite a los rebeldes armamento que pueda “neutralizar la fuerza aérea”.
Calificó la crisis en Siria como “la catástrofe humana más dramática de los tiempos modernos” y “una calamidad que es responsabilidad de Assad y de sus secuaces”. “La crisis se ha convertido en algo que supera nuestra capacidad”, dijo al-Jarba, quien habló con la ayuda de un intérprete. Añadió que aun si la oposición controlara Homs en su totalidad, la población no estaría a salvo, porque el gobierno seguiría bombardeando.
El viaje de Al-Jarba tiene lugar en momentos en que el gobierno de Washington está aumentando su respaldo al Consejo de la Oposición de Siria. El lunes, el Departamento de Estado anunció que le daría a la oposición siria status diplomático en sus oficinas en Washington y Nueva York, y que aumentará su asistencia humanitaria en 27 millones de dólares.