ONU pide atender tema de pobreza infantil en Panamá

El reporte, “El futuro es ahora: Primera infancia, juventud y formación de capacidades para la vida”, fue presentado el miércoles a diferentes sectores de la población como un aporte para que “todos” se involucren en acciones para esos sectores. “Las prioridades de Panamá para su desarrollo son invertir en la gente, invertir en la primera infancia y en la juventud”, planteó a periodistas el coordinador editorial del estudio, el colombiano Hernando Gómez Buendía.

La representante en Panamá del PNUD, Kim Bolduc, resaltó que Panamá es el país con el más alto Indice de Desarrollo Humano (IDH, de 0.780) en Centroamérica, sumado a que fue “la economía que más creció durante la última década”.

Pero advirtió que al lado de esa pujanza “hay el Panamá de los trabajadores informales y de los barrios populares que crecen alrededor de las ciudades, el Panamá de los campesinos, el de las comarcas indígenas, el Panamá de las comunidades afrodescendientes”.

“Con una distribución altamente desigual de la riqueza y las oportunidades los frutos del progreso no les han llegado a todos, y falta mucho trecho para llegar al Panamá que queremos: un Panamá que alcance para todos”, indicó Bolduc en el reporte. Los niños y jóvenes hasta 24 años de edad en Panamá (alrededor de un millón 29 mil personas) representan el 30 por ciento del total de la población panameña.

Los datos señalan que el 67 por ciento de los niños de entre cuatro y seis años de edad es incapaz de escribir su nombre; 33 por ciento no puede plasmar su nombre; en las áreas rurales dos de cada tres niños de tres años no reconoce ningún color.

Además, se reveló que uno de cada cuatro niños carece de libros en su casa y a la mitad de los menores de seis años nunca les han leído un libro, mientras que el 43 por ciento de los infantes de dos y tres años no saben dibujar palitos y bolitas.

“Es posible y relativamente sencillo hacer que todos los niños arranquen en igualdad de condiciones porque depende de cosas elementales como nutrición, salud, de cuidados, de amor paterno y materno, de un servicio preescolar universal”, dijo Gómez Buendía.

A juicio del experto, es en esa edad cuando el futuro de una persona se determina. “Es en la primera infancia cuando los niños y niñas son susceptibles y receptivos a los estímulos y experiencias que influyen más decididamente sobre su patrón posterior de desarrollo cognitivo”, indicó el informe.

Pero además advirtió que enseguida “es en la juventud cuando concluye el desarrollo socio emocional de las personas o cuando quedan definidas las cualidades que determinan la inclusión o la exclusión en espacios como la escuela y el trabajo”. Sobre la juventud, el estudio señaló que uno de cada tres jóvenes de entre 15 y 19 años de edad no estudia y uno de cada cuatro trabaja de tiempo completo.

El 87 por ciento de los jóvenes tuvieron calificaciones menores de seis (en una escala de 1 a 10) en pruebas de conocimiento, aunque las mujeres resultaron mejor calificadas. La mayoría de quienes ni estudian ni trabajan son mujeres campesinas.

Un dato positivo del informe fue que el 74 por ciento participa en al meno una organización religiosa, deportiva, estudiantil, comunitaria o ambiental. El informe recomienda para la primera infancia y la juventud acciones en las cuales participen distintos sectores de la sociedad.

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