La violencia ha ido en aumento durante todo el año, pero el número de ataques contra civiles y fuerzas de seguridad aumentó durante el mes sagrado islámico del Ramadán, que comenzó a principios del mes pasado. El mayor derramamiento de sangre ha intensificado los temores de que Irak se encamine al caos generalizado que casi desgarró al país a raíz de la invasión liderada por Estados Unidos que derrocó a Saddam Hussein en 2003.
Ha habido meses de manifestaciones de la minoría suní de Irak contra el gobierno liderado por los chiíes sobre lo que afirman es un trato de segunda clase y el uso abusivo de duras medidas antiterroristas contra su secta. Los asesinatos aumentaron significativamente después de que las fuerzas de seguridad iraquíes lanzaron una ofensiva de mano dura contra un campamento de protesta suní en Hawija, al norte del país, el 23 de abril.
La Misión de la ONU en Irak dijo que 1.057 iraquíes murieron y que 2.326 más resultaron heridos en julio, la cifra más alta desde junio de 2008, cuando 975 personas fueron asesinadas. La ONU dijo que 928 de los muertos en julio eran civiles y 129 pertenecían a las fuerzas de seguridad iraquíes.
En total, 4.137 civiles han muerto, la mayoría en Bagdad, y 9.865 han resultado heridos en lo que va del año, según el comunicado. El dato se compara con las 1.684 personas que fueron asesinadas en el período enero-julio del año pasado.