El Secretario General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Antonio Guterres, consideró hoy, en el sexto aniversario de iniciada la guerra civil en Siria, que la misma debe terminar de inmediato como un imperativo moral tanto para el pueblo de ese país como para el resto del mundo.
En el mensaje dirigido para conmemorar la oscura fecha, Guterres destacó que la paz en Siria es además un imperativo político que no puede esperar más debido a que el pueblo de ese país ha sido víctima de unos de los peores conflictos de nuestro tiempo.
El titular de la ONU expresó dos llamamientos urgentes a las partes en conflicto. En primer lugar, pidió que aprovechen al máximo el cese al fuego de diciembre pasado y que garanticen que la ayuda humanitaria llegue sin obstáculos a quienes las necesitan.
En segundo lugar, pidió a todos los que tienen influencia sobre las partes en conflicto a esforzarse por superar sus diferencias y a trabajar juntos para poner fin a la guerra mediante las negociaciones intra-sirias celebradas actualmente en Ginebra.
Por su parte, Stephen O’Brien, quien es coordinador de la ONU para asuntos humanitarios indicó que el conflicto iniciado en marzo del 2011 ha dejado un saldo de cientos de miles de muertos y el exilio de cinco millones de personas.
Manifestó también que más de seis millones de personas están desplazadas dentro de Siria, y que estos forman parte de los 13.5 millones de sirios que se encuentran en extrema necesidad de apoyo humanitario.
“Familias y comunidades enteras están luchando para satisfacer sus necesidades alimentarias más básicas. Mientras la escasez de alimentos empeora un suministro aparentemente interminable de bombas y proyectiles de artillería continúan extinguiendo vidas”, dijo O’Brien.
El funcionario lamentó además que una generación completa de niños en Siria no haya conocido nada más que el miedo producto de un conflicto brutal.