El estado informó que busca una salida para proceder con la ejecución del jueves, aunque requiera un cambio de procedimiento de último minuto que pueda llevar a apelaciones por parte de Clayton Lockett y Charles Warner. La fecha de ejecución de Lockett está prevista para el jueves 20 de marzo, mientras que la de Warner es el 27 de marzo.
“En este momento es prematuro hablar de los próximos pasos a tomarse en el proceso. La procuraduría está agotando todas las opciones a su disposición a fin de asegurar que se cumpla con el castigo a este horrendo crimen”, destacó Aaron Cooper, portavoz de la procuraduría.
Lockett, de 38 años, y Warner, de 46, han presentado demandas judiciales contra el Departamento de Correccionales de Oklahoma, alegando que es ilegal que no divulguen información sobre los fármacos que van a usar en sus ejecuciones e injusto que no puedan objetar el procedimiento de ejecución en la corte de Oklahoma.
Lockett fue condenado por el asesinato de una mujer de 19 años en 1999 y Warner fue declarado culpable de violación y homicidio de una beba de 11 meses, que era hija de su novia.
Los hombres han solicitado al Tribunal de Apelaciones Penales de Oklahoma que les conceda un aplazamiento de la ejecución, mientras que un juez de distrito del condado de Oklahoma ha aceptado una audiencia para el jueves en los casos de Lockett y Warner que afirman que el sigilo que mantiene el estado sobre los fármacos que tiene previsto usar en las ejecuciones atenta contra las garantías constitucionales que prohíben el castigo cruel o inusual.
El procurador estatal adjunto Seth Branham señaló que el estado trata de obtener fármacos adecuados para la ejecución.
La procuraduría indicó que no lograron obtener pentobarbital, que es un sedante, ni bromuro de vecuronio, un relajante muscular.
Una tercera droga usada en la ejecución es el cloruro de potasio, que detiene el funcionamiento del corazón.