El receso fue decretado por el embajador de República Dominicana, Pedro Verges, como presidente del consejo, a fin de permitir la organización de la casi decena de enmiendas presentadas para el proyecto de resolución.
Aunque muchas delegaciones indicaron que existen avances para alcanzar un consenso sobre la propuesta boliviana, la única considerada hasta ahora en el consejo, las divisiones persistían sobre el lenguaje para incorporarlas al texto final.
El embajador de Panamá ante la OEA, Arturo Ulises Vallarino Bartuano, dijo que ha propuesto modificaciones al apartado que hace referencia al diálogo porque da la impresión de que sólo va dirigido al diálogo que se está desarrollando en Venezuela.
Nosotros no creemos que sólo debe hacerse referencia a un diálogo, si pueden haber muchas avenidas de solución, o bien este diálogo puede tener garantías, mediación local o internacional, sostuvo.
Vallarino Bartuano consideró que el curso que se pretende dar a la actuación de la OEA resulta pasiva frente a una actitud pro activa que debe tener, de darle seguimiento al tema de Venezuela.
El diplomático panameño aseguró que países como Estados Unidos, Guatemala y Canadá han expresado reservas sobre algunas de las enmiendas presentadas, aunque no ofreció detalles.
Adelantó que su gobierno se reserva el derecho de incluir pies de nota en el texto final, a fin de dejar asentadas sus reservas sobre los puntos donde no están de acuerdo con el espíritu del texto.
Por su parte, el embajador de Colombia ante la OEA, Andrés González Díaz, afirmó que las discusiones han estado orientadas a buscar un equilibrio inteligente hacia la unidad de la diversidad.
Agregó que las preocupaciones expresadas están orientadas a que haya respeto a los derechos humanos, continuidad del diálogo y reconciliación.