El Papa Francisco urgió hoy a obispos italianos a denunciar la corrupción, que deja a los jóvenes sin trabajo, y les advirtió que los líderes católicos que asumen responsabilidades sociales o políticas no necesitan obispos pilotos.
Al inaugurar la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Italiana, en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano, Francisco instó a los pastores a producir menos documentos, escuchar más a la comunidad, y sugirió fusionar monasterios y órdenes religiosas.
El diálogo que el pontífice entabló luego con los clérigos se realizó a puertas cerradas, sin que el Vaticano ofreciera mayores detalles.
En su mensaje, el Papa llamó a los obispos a no ser tímidos o irrelevantes en la denuncia y en la derrota de una mentalidad difundida de corrupción pública y privada.
Esta práctica, indicó, ha logrado empobrecer, sin ninguna vergüenza, a familias, jubilados, trabajadores honestos, comunidades cristianas, descarta a los jóvenes y los priva de esperanza para el futuro pero, sobre todo, margina a los débiles y a los necesitados.
También llamó a los obispos a tomar decisiones pastorales y elaborar documentos con propuestas concretas y comprensibles, no como si fuesen dirigidos sólo a algunos estudiosos y especialistas.
Los fieles con una formación cristiana auténtica no deberían necesitar obispos-piloto, o monseñores-piloto ni un input clerical para asumir las propias responsabilidades a cualquier nivel, ¡desde el político hasta el social, desde el económico hasta el legislativo!, subrayó.