En un diálogo con la prensa, Obama dijo que pudo haber habido “motivos variados” para el ataque, un factor que complica la investigación.
“Es posible que haya tenido que ver con el terrorismo, pero no lo sabemos. También es posible que fuese un motivo laboral”, dijo el presidente después de reunirse con su equipo de seguridad nacional. Obama agregó que los atacantes estaban equipados con armas en el momento de caer acribillados por la policía y que parecían tener acceso a otras armas en su casa.
“No sabemos por qué lo hicieron. No conocemos a esta altura el alcance de sus planes”, agregó, y advirtió sobre cualquier conclusión apresurada.
Obama reiteró su llamamiento a nuevas medidas para el control de las armas, lo que ha dicho reiterará después de cada matanza masiva, aunque no detalló propuestas específicas ni censuró al Congreso controlado por los republicanos por oponerse a un control estricto.
El presidente dijo que muy a menudo los estadounidenses sienten que no hay nada que puedan hacer para prevenir este tipo de violencia.
“Todos tenemos un papel que desempeñar. A medida que avance la investigación será importante para todos nosotros, incluso nuestras legislaturas, ver qué podemos hacer para asegurarnos de que cuando un individuo decida que quiere dañar a alguien, se lo hagamos un poco más difícil. Por ahora, es demasiado fácil”.
“Creo que tendremos que hacer un examen de conciencia en cuanto sociedad”, afirmó.
Obama dispuso que la bandera en la Casa Blanca y otros edificios gubernamentales sean arriadas a media asta hasta el lunes en conmemoración de las víctimas del ataque.