Washington, 1 Nov (Notimex).- El crecimiento de la población carcelaria en Estados Unidos alcanzó un punto de crisis que este lunes será retomado por el presidente Barack Obama en su puja legislativa a favor de una reforma del sistema de justicia criminal.
Con 2.2 millones de personas detrás de las rejas, el sistema carcelario de Estados Unidos retiene una cuarta parte de la población de prisioneros del mundo y el número continúa en ascenso cada año, algo que Obama y los simpatizantes de la reforma consideran insostenible.
El sábado pasado el mandatario recordó además el gasto anual de 80 mil millones de dólares que le cuesta a los contribuyentes la manutención de esta población, haciendo notar que muchos de ellos no son delincuentes violentos y están sirviendo condenas que calificó de innecesariamente largas.
En semanas recientes Obama retomó la puja pública a favor de cambios en el sistema de justicia criminal para reducir las penas de algunos de los reos que sirven sentencias por delitos relacionados con drogas, en un afán por reducir esta población.
La apuesta de Obama es que los ahorros derivados de estas reducciones podrían permitir que esos fondos se destinen a fortalecer los programas de educación pública, aunque su mensaje no parece haber encontrado suficiente resonancia en el Congreso.
Sin embargo, un frente conformado por jefes de policía a través del país advirtió que el aumento de la población carcelaria ha alcanzado ya un nivel de crisis.
Días atrás integrantes de este frente denominado Líderes de Policía para Reducir el Crimen se reunieron con Obama en la Casa Blanca para expresarle su apoyo en este esfuerzo, no sin antes hacer sonar la alarma sobre los alcances de esta situación.
Nosotros no creemos que el encarcelamiento innecesario funcione para reducir la criminalidad, resulta un desperdicio de recursos, afecta a las familias y divide comunidades, señaló la agrupación en una declaración.
En Newark, Nueva Jersey, Obama resaltará los esfuerzos del gobierno para ayudar a los exconvictos a reintegrarse no solo a sus comunidades, sino a la actividad económica.
La semana pasada, hablando ante jefes de policía del país reunidos en Chicago, Obama dijo que retener a millones de personas dentro del sistema de justicia penal, sin ninguna posibilidad de conseguir un trabajo una vez liberados, resulta ya insostenible.
No es bueno para la comunidad ni es bueno para la economía, dijo, en alusión a la situación que priva en el mercado laboral, con una tasa de desocupación que el mes pasado se mantuvo sin cambios en 5.1 por ciento.