Mientras el presidente Barack Obama se sumerge en las conversaciones sobre la seguridad regional, la construcción de la democracia y la inversión empresarial en África esta semana, la atención del mundo (y gran parte de su propia atención) estará sobre una extraordinaria variedad de crisis urgentes en el extranjero.
Obama recibe a cerca de 50 jefes de Estado africanos en Washington para una cumbre sin precedentes, destinada en parte a construir su legado en un continente en el que han cuestionado su compromiso.
Pero los recientes eventos mundiales subrayan lo difícil que es para el presidente concentrar su atención en las zonas que él elige promover. Entre los acontecimientos del mundo que compiten por su atención están los enfrentamientos en Gaza, las provocaciones de Rusia en Ucrania, el creciente extremismo en Irak y el brote del mortal virus del ébola en África Occidental.