Barack Obama dijo el viernes a Vladimir Putin que Estados Unidos continúa profundamente consternado por que Rusia esté incrementando su apoyo a los separatistas pro rusos en Ucrania. Más tarde admitió que la presión de las recientemente impuestas sanciones estadounidenses y europeas “no ha resuelto todavía el problema”.
En una conferencia telefónica entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Obama además planteó inquietudes de que Rusia violó importante tratado de armas nucleares de la era de la Guerra Fría, dijo la Casa Blanca. El gobierno de Obama ha dicho que Rusia violó un tratado de 1987 que prohíbe todos los misiles estadounidenses y rusos de mediano alcance: aquellos que pueden viajar entre 480 y 5.470 kilómetros (de 300 a 3.400 millas).
En la conferencia telefónica, Putin calificó las sanciones como contraproducentes, agregando que éstas dañan seriamente la cooperación bilateral y la estabilidad global general, según un reporte del Kremlin sobre la llamada.
Fue la primera conversación entre los líderes desde que Estados Unidos y Europa implementaron una nueva serie de sanciones económicas sobre Rusia en un esfuerzo por hacer que Putin retire el respaldo militar de Moscú a los separatistas pro rusos en Ucrania.
El Kremlin señaló que Obama y Putin subrayaron la urgencia de poner fin al combate en el este de Ucrania y hablaron positivamente sobre una reunión que ocurrió el día previo en Minsk, Bielorrusia, entre miembros de un “grupo de contacto” diplomático que busca el fin de las hostilidades. Ese grupo incluye representantes de Rusia, Ucrania y de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa.
La llamada entre Obama y Putin ocurrió en momentos en que Estados Unidos esta por enviar a Ucrania ayuda militar adicional por 27 millones de dólares en un esfuerzo para fortalecer a la atribulada guardia nacional de esa nación y fortalecer su capacidad para resguardar la frontera. El dinero llega entre una creciente presión del Congreso sobre el gobierno para aumentar el apoyo a Ucrania en su combate contra los separatistas respaldados por Rusia.