WASHINGTON (AP) Sometido a una presión cada vez mayor para liberar a reos en su último acto como presidente de Estados Unidos, Barack Obama planea ofrecer al menos un lote más de perdones y conmutaciones de penas antes de abandonar la Casa Blanca en dos semanas.
Pero no se espera que delincuentes conocidos entren en la lista.
Entre quienes apelaron a la compasión a Obama en sus últimas semanas en el cargo están Chelsea Manning, quien supuestamente filtró documentos a WikiLeaks, al exfobernador de Illinois, Rod Blagojevich, y el sargento del Ejército Bowe Bergdahl.
Funcionarios de la Casa Blanca señalaron que se espera que los últimos perdones de Obama beneficien a condenados por narcotráfico no violentos, como ocurrió en su segundo mandato.
Esto contrasta con las acciones de otros expresidentes, como Bill Clinton, que en sus últimos días en el cargo generó una importante polémica al perdonar al financiero huido Marc Rich, exesposo de una destacada recaudadora del Partido Demócrata.