McDonoung, uno de los miembros del primer círculo de confianza presidencial, sostuvo que la Casa Blanca está determinada a llegar al fondo del asunto y ejercer rendición de cuentas en quienes manejan las clínicas del Departamento de Veteranos (VA).
El presidente está más furioso que el demonio, y tengo las cicatrices para probarlo, toda vez que yo le he dado los reportes al presidente, dijo en una entrevista con el programa dominical Face The Nation de la cadena de televisión CBS.
La administración Barack Obama se encuentra en medio de un escándalo nacional luego de informes de que por la falta de atención médica a veteranos de guerra, muchos de ellos hispanos, al menos 40 de ellos han muerto esperando servicios de salud.
Las clínicas del Departamento de Veteranos fueron acusadas de demorar durante meses las consultas a ex soldados enfermos, además de encubrir las dilaciones en atención médica con registros falsos para dar la apariencia de cumplir con las directrices federales. El presidente está demandando que lleguemos al fondo de las acusaciones, dijo McDonough.
El escándalo llegó la semana pasada al Congreso donde testificó el secretario del Departamento, el general retirado Eric Shinseki, quien ha sido criticado por republicanos por no haber actuado con más firmeza para resolver los problemas denunciados.
Hasta el momento la administración Obama ha mantenido su apoyo a Shinseki y en su capacidad para adoptar las medidas correctivas una vez que concluyan las investigaciones internas, además de instruir al subjefe de gabinete, Rob Nabors, a revisar la operación de las clínicas.
Dennis McDonough declinó evaluar el desempeño de Shinseki a pesar de que un número creciente de voces, incluida la Legión Americana que aglutina a los veteranos de guerra, han demandado su renuncia. No le ponemos calificaciones a los testimonios en el Capitolio. Lo que calificamos son los resultados de los servicios y beneficios que nuestros veteranos de guerra se han ganado, dijo.
La misión del Departamento es atender las necesidades de casi la mitad de los más de 21 millones de veteranos de guerra en el país, de los cuales 1.6 millones son mujeres y 9.6 millones son mayores de 65 años. Del total un 11.3 son afroamericanos y un 5.7 por ciento son hispanos. Bajo las reglas del Departamento, sus clínicas en todo el país deben cumplir con la meta de atender a veteranos de guerra enfermos en un plazo no mayor a 14 días.
Sin embargo veteranos se quejaron de haber sido colocados en listas de espera durante meses sin poder ser vistos por un médico. De acuerdo con conteos independientes, hasta 40 veteranos pudieron haber muertos mientras aguardaban una consulta.