Barack Obama comenzó su viaje con un tono informal, acompañando al primer ministro japonés Shinzo Abe a un famoso restaurante de sushi en Tokio con reservaciones difíciles de conseguir y precios por las nubes. Obama y Abe se saludaron efusivamente frente a Sukiyabashi Jiro, el restaurante operado por Jiro Ono, de 88 años.
La salida fue inusual para la formalidad japonesa y subraya los esfuerzos de ambos países por estrechar las relaciones personales entre ambos mandatarios. Los dos líderes sostendrán conversaciones más formales el jueves, cuando Obama tratará de promover Estados Unidos como una potencia confiable. Pero la disputa de Occidente con Rusia en torno de Ucrania amenaza la misión del presidente.
Las relaciones entre Rusia y Ucrania siguen tensas casi una semana después que ambos países vecinos, Estados Unidos y la Unión Europea firmaron un acuerdo en Ginebra que pide a Rusia que utilice su influencia sobre las fuerzas prorrusas en Ucrania para que depongan sus armas y desalojen edificios ocupados en el este de ese país. Washington dice que observa la situación y que está preparado a aplicar sanciones adicionales a Rusia “en los próximos días” si Moscú no cumple con los términos del acuerdo.
La reacción estadounidense ante la situación ucraniana ha preocupado a algunas naciones asiáticas, que se preguntan en qué medida pueden confiar en Estados Unidos si llegan a enfrentar una situación similar dadas sus propias disputas marítimas y aéreas con China. Antes de llegar a Tokio, Obama buscó asegurar a Japón que su pacto de seguridad con Estados Unidos se aplica a las islas que son motivo de disputa territorial con China.
“La política de Estados Unidos es clara”, dijo en una respuesta escrita a preguntas publicadas en el periódico Yomiuri antes de su llegada. Obama dijo que se opone “a intentos bilaterales de socavar el gobierno japonés de esas islas” y agregó que las disputas deben resolverse “por medio del diálogo y la diplomacia, y no la intimidación y la coerción”.
Los líderes en China seguirán en detalle el viaje de Obama de ocho días por Asia, particularmente sus esfuerzos por demostrar un frente unido con Abe. Obama y el primer ministro japonés. En su reunión en el restaurante de Tokio, Barack Obama fue acompañado por varios asesores, incluso la embajadora estadounidense en Japón Caroline Kennedy y su asesora de seguridad nacional Susan Rice. Después de Japón, Obama visitará Corea del Sur, Malasia y Filipinas.