La tensión entre Ucrania y Rusia amenaza con opacar la gira de Barack Obama por cuatro países de Asia que comenzó el miércoles. Durante el viaje podría decidir si aplicará nuevas sanciones económicas a Moscú, una medida que señalaría el fracaso de un acuerdo internacional que busca desactivar la crisis.
Pero al menos públicamente, Obama intentará mantener el enfoque en su agenda en Asia, que incluye reafirmar su compromiso con un tratado de defensa con Japón, lograr avances en un acuerdo comercial transpacífico que está estancado, y dar los toques finales a un acuerdo para incrementar modestamente la presencia militar estadounidense en las Filipinas.
Inició su día con una visita al emperador Akihito en el Palacio Imperial, un exuberante complejo lleno de áreas verdes y rodeado de modernos rascacielos donde fue recibido por una guardia militar de honor y niños que sostenían banderitas estadounidenses y japonesas. Posteriormente el mandatario, el emperador y la emperatriz caminaron a lo largo de un laberinto de alfombras rojas hasta el palacio para una reunión privada, seguidos por la embajadora estadounidense Caroline Kennedy y otros asesores.
El presidente le dijo al emperador que, la última vez que se reunieron, Obama no tenía ninguna cana. “Usted tiene un trabajo muy difícil”, respondió el emperador.
El primer ministro Shinzo Abe dijo que él y Obama sostuvieron una larga conversación en una cena privada el miércoles por la noche y esperaba tener otra reunión fructífera con él el jueves, “de forma que podamos enviar un mensaje conjunto al resto del mundo de que la alianza Japón-Estados Unidos es inquebrantable y fuerte”.
Barack Obama inició la primera visita de estado de un mandatario estadounidense a Japón en casi 20 años con la cena en el afamado restaurante Sukiyabashi Jiro de Tokio, especializado en sushi. Abe le dijo a los periodistas que Obama elogió los alimentos como “el mejor sushi que había comido en su vida”.
Más tarde el jueves, el mandatario estadounidense participará en una conferencia de prensa con Abe y luego regresará al Palacio Imperial para una cena de estado. También planea visitar el santuario Meiji, que honra al emperador cuyo reinado vio a Japón surgir de más de dos siglos de aislamiento hasta convertirse en una potencia mundial. Además de Japón, Obama visitará Corea del Sur, Malasia y las Filipinas.