Los militares (hispanos, judíos y negros) fueron identificados tras una revisión ordenada por el Congreso para asegurar que los merecedores de la más alta condecoración del país al valor no fueran víctimas de prejuicios. Sólo tres de los 24 están vivos.
“Hoy tenemos la oportunidad de rectificar las cosas”, dijo Obama. “Ninguna nación es perfecta, pero en Estados Unidos enfrentamos nuestras imperfecciones y a veces nuestro doloroso pasado, como la verdad de que algunos de estos soldados combatieron y murieron por un país que no siempre los trató con igualdad”.
Los tres sobrevivientes (los veteranos de la guerra de Vietnam José Rodela, Melvin Morris y Santiago Erevia) recibieron una prolongada ovación de pie junto a Barack Obama, con los rostros serios en una sobria aceptación del galardón.
Rodela, que ahora vive en San Antonio, Texas, tenía 31 años cuando, como jefe de una compañía de fuerzas especiales el 1 de septiembre de 1969 en la provincia de Phuoc Long, Vietnam, ayudó a su unidad de soldados camboyanos a defenderse del fuego del Ejército de Vietnam del Norte. Según el texto que acompaña la Medalla de Honor y documentos de apoyo, la batalla duró 18 horas, con un saldo de 11 muertos y 33 heridos en su unidad.
El texto expresa que en las postrimerías de la batalla, Rodela “era el único de su compañía que podía moverse y se presentó en todas las posiciones para atender a los heridos y tratar de establecer una línea defensiva. Durante el combate, a pesar de sus heridas, Rodela se expuso repetidas veces al fuego enemigo para atender a los caídos y eliminar una posición enemiga”. En una entrevista con el servicio noticioso del Ejército en diciembre pasado, se limitó a decir: “Nos entrenamos para esto y lo hubiera hecho otra vez”.
Erevia, también de San Antonio, recibió la Medalla de Honor por el valor mostrado cuando era operador de radioteléfono el 21 de mayo de 1969 durante una misión de búsqueda cerca de Tam Ky, Vietnam del Sur. Tenía el grado de Especialista 4 cuando su batallón trató de tomar una colina fortificada por el Viet Cong y soldados regulares norvietnamitas. El Pentágono dice que Erevia silenció él solo cuatro posiciones del Viet Cong. Refiriéndose a la medalla, Erevia dijo el mes pasado a la publicación Soldier Live: “Agradezco haberla recibido en vida”.
Durante la revisión inicial, los investigadores concluyeron que otros soldados de minorías que recibieron la Cruz por Servicio Distinguido parecían cumplir los requisitos para la Medalla de Honor. El Congreso enmendó la directiva para permitir a esos soldados ser considerados para recibir la Medalla de Honor.