Washington, 29 Nov (Notimex).- Enfilado hacia el último año de su gobierno y sin logros significativos de política exterior, el presidente Barack Obama partió hoy a París en busca de colocar a Estados Unidos como líder global en los esfuerzos para combatir el cambio climático.
Su expectativa durante la Cumbre Mundial de la ONU sobre Cambio Climático (COP21), donde se darán cita líderes de 150 naciones, es lograr generar voluntad política en la comunidad internacional, pero en especial entre las grandes potencias para enfrentar este fenómeno en las décadas por venir.
Nuestro trabajo en París es asegurar un marco de largo plazo en el cual los países establezcan sucesivas rondas futuras de objetivos más allá del 2030, dijo Paul Bodnar, director de Energía y Cambio Climático del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca.
Aunque en 2009 fue uno de los principales impulsores del Acuerdo de Copenhague para dar continuidad al Protocolo de Kioto de 1992 a fin de reducir las emisiones de carbono, Estados Unidos ha sido criticado por negarse a ratificar este último, junto con China e India, los otros grandes contaminadores globales.
Bodnar aseguró que su gobierno aprendió las lecciones de Kioto, y hemos concluido que los objetivos climáticos deben ser establecidos por los propios países y no impuestos.
La expectativa es que todos los países actúen, indicó, reconociendo que las naciones desarrolladas enfrentan retos únicos y que debe haber una sólida transparencia y rendición de cuentas de todos.
Eso es algo por lo que esta administración ha estado luchando, dijo a periodistas, apuntando como ejemplo de estos esfuerzos el acuerdo para la reducción de emisiones contaminantes hasta 2030, alcanzado en noviembre pasado entre Estados Unidos y China.
Estados Unidos es el segundo mayor generador de emisiones contaminantes después de China, por lo que Obama ha prometido reducir éstas entre 26 y 28 por ciento para ese año.
Análisis independientes han mostrado que las acciones acordadas por China y Estados Unidos para reducir estas emisiones contribuirían a evitar que la temperatura global se eleve 2.7 grados centígrados, de acuerdo con Bodnar.
Ese es un progreso importante y sin precedente, pero aún está por encima de la barrera de 2.0 grados centígrados que la comunidad científica ha reconocido es necesaria para evitar los más severos impactos del cambio climático, dijo.
El accionar doméstico con miras a alcanzar estos objetivos ha encontrado, sin embargo, una firme oposición de republicanos en el Congreso, quienes han acusado que las regulaciones en este sentido tendrán un negativo impacto en la economía y resultará en la pérdida de empleos.
Además han amagado con detener los fondos para la implementación de cualquier acuerdo que se alcance en París si Obama no lo turna al Congreso para su ratificación, donde se anticipa que sería rechazado dado el control que los conservadores ejercen en las dos cámaras.
En París, Obama celebrará encuentros bilaterales separados con los líderes de China e India, además de un encuentro con el anfitrión francés Francois Hollande y presidirá una reunión con gobernantes de varias naciones que son islas.
Ben Rhodes, asesor de seguridad nacional de Obama, explicó que los encuentros con el presidente chino Xi Jinping y el premier indio Narendra Modi son esenciales en los esfuerzos para tener un exitoso combate del cambio climático.
Creo que la reunión con los dos líderes en el inicio de este proceso, siendo estos dos de los mayores emisores (contaminantes), envía un fuerte mensaje al mundo sobre sus compromiso compartido para combatir el cambio climático y alcanzar un ambicioso acuerdo, señaló.
La semana pasada, al recibir en la Casa Blanca a Hollande, Obama subrayó que su expectativa en París es poder trabajar con la comunidad internacional en busca de un acuerdo que tenga un impacto en las generaciones futuras.
Nunca antes Francia albergó tantos líderes de la comunidad internacional. Ellos vienen para enfrentar el reto climático y trabajar para encontrar el acuerdo indicado para que podamos limitar las emisiones de efecto invernadero y asegurarnos de que nuestros hijos y nietos vivan mejor, manifestó.