Tras haber anunciado el fin de semana que solicitaría aprobación del Congreso para efectuar ataques militares contra el régimen del presidente Bashar Assad, el gobierno de Barack Obama ahora trata de ganarse el apoyo de los estadounidenses y de los legisladores que los representan en ambas cámaras.
La reunión de lunes con John McCain busca atender las inquietudes de quienes consideran que Obama no hace lo suficiente para sancionar al gobierno de Assad por un ataque ocurrido el mes pasado contra suburbios de Damasco en el que, según Estados Unidos, se empleó gas sarín y otras sustancias químicas, provocando por lo menos 1.429 civiles muertos, de los cuales más de 400 eran niños.
En el otro lado del espectro político, algunos legisladores republicanos y demócratas no quieren ningún tipo de acción armada. El cambio de opinión de Obama sobre Siria abre el escenario para la votación más grande sobre política exterior en el Congreso desde la guerra en Irak.
El domingo, el secretario de Estado John Kerry dijo que Estados Unidos tiene nuevas pruebas físicas (como muestras de sangre y cabello) que comprueban la utilización de gas sarín en el ataque del 21 de agosto. Kerry dijo que Estados Unidos debe responder a esta acción porque su credibilidad está en juego. “Sabemos que el régimen ordenó este ataque”, afirmó. “Sabemos que lo prepararon. Sabemos desde dónde fueron disparados los cohetes. Sabemos dónde cayeron. Conocemos el daño causado posteriormente”, agregó.
Kerry habló mientras iniciaba la búsqueda obligatoria de apoyo en el Congreso por parte del gobierno de Obama. En el Capitolio, funcionarios de alto rango explicaron a legisladores en privado sus razones por las que creen que Estados Unidos estaba obligado a actuar contra Assad. Obama, el vicepresidente Joe Biden y el secretario general de la Casa Blanca Denis McDonough, también se comunicaron por teléfono con legisladores.
Se programaron otras reuniones secretas del lunes al miércoles. La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado tiene prevista una reunión el martes, según su presidente, el senador Bob Menéndez, demócrata por Nueva Jersey.