Barack Obama recibirá el 12 de mayo en la Casa Blanca a Mujica, un ex guerrillero izquierdista que combatió el “imperialismo” estadounidense y aun hoy critica la política exterior de Washington.
“Me imagino que le vamos a dar el agradecimiento al presidente José Mujica, al gobierno de Uruguay y al pueblo de Uruguay por ser tan amigos de Estados Unidos y de nuestra situación, y acompañarnos en esta situación, y estar lo suficientemente abiertos para acompañarnos en este asunto”, dijo la embajadora de Washington en Montevideo, Julissa Reynoso, en referencia a la voluntad uruguaya de recibir prisioneros de Guantánamo.
La embajadora formuló sus declaraciones en una rueda de prensa que ofreció junto al canciller Luis Almagro, en la sede de la cancillería uruguaya. “No hay fecha para el trámite, porque todavía no hay una conclusión del proceso (sobre los prisioneros)”, manifestó.
Negó que Uruguay vaya a recibir a los prisioneros a cambio de la liberación de tres cubanos presos en Estados Unidos, como dijo Mujica semanas atrás. “No hay ningún acuerdo para hacer ningún intercambio sobre nada”, dijo con énfasis Reynoso.
Almagro, por su parte, señaló que el gobierno uruguayo se encuentra “resolviendo temas jurídicos para el traslado, así como la forma jurídica por la cual (los presos de Guantánamo) serán recibidos en Uruguay”. Agregó que, para Uruguay, los prisioneros se encuentran “ilegalmente detenidos”.
Consultada respecto a si alguno de los reclusos que llegará a Uruguay militó en el grupo terrorista Al Qaeda, Reynoso recordó que cerrar la cárcel ubicada en la isla de Cuba, donde se encuentran prisioneros presuntos terroristas es una prioridad del gobierno del presidente Obama, y se limitó a decir que según las agencias federales de su país, ninguno de los prisioneros que llegará a Uruguay representa un peligro para Estados Unidos y sus países amigos.
Mujica dijo el sábado al Canal 4 de televisión que aprovechará la entrevista con Barack Obama para plantear los “gruesos errores” que comete Estados Unidos en su política exterior. También sostuvo que Estados Unidos debe comprender que “los latinoamericanos somos dueños de nuestra historia” y que se “debe respetar a lo que es diferente”.
En marzo el presidente uruguayo había declarado que había un 80% de probabilidades de que no asistiría a la reunión con Obama, pero luego explicó que concurriría para no desairar las gestiones de la embajadora Reynoso.