NUEVA YORK (AP) Inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos y que cometen delitos a veces huyen a su país de origen y por ese motivo la ciudad de Nueva York no debería deshacerse de documentos que contienen su información personal, testificó el miércoles un alto funcionario policial en una corte neoyorquina.
Lo anterior ocurrió en el marco de un debate sobre la intención de la ciudad de destruir documentos con la información personal de neoyorquinos que tienen un carnet municipal popular entre inmigrantes sin autorización. Las autoridades quieren borrar estos archivos para así evitar verse forzadas a compartirlos con el gobierno de Donald Trump, quien durante su campaña mantuvo una postura a favor de la deportación de inmigrantes sin permiso de residencia.
Edward Mullins, presidente de la Asociación Benevolente de Sargentos de la policía de Nueva York, declaró el miércoles que toda la información disponible sobre alguien es valiosa en una investigación. “Si ese inmigrante se escapa al extranjero, estos documentos nos podrían ayudar a encontrarle”, testificó en una audiencia de una corte de Staten Island.
La ciudad sostiene que el carnet y la solicitud que se llena por internet para obtenerlo no son destruidos y que la policía participó en el diseño de la legislación que permite la existencia de la tarjeta municipal. La legislación aprobada hace dos años establece que las copias de pasaportes, certificados de nacimiento o facturas que se presentan para obtener el documento serían borrados en diciembre de 2016.
Nueva York se describe a sí misma como una ciudad “santuario” para inmigrantes y a veces no comparte información sobre inmigrantes detenidos con las autoridades federales.
Sin embargo, dos asambleístas republicanos de momento han impedido la destrucción de los datos personales con una demanda contra la ciudad al argumentar que borrar los datos representa un peligro para la seguridad nacional. Los políticos Nicole Malliotakis y Ron Castorina también argumentan que la destrucción de los documentos va en contra de leyes estatales y federales.
El carné es popular entre los más de 500.000 inmigrantes sin autorización de la ciudad que pueden usarlo para acceder a escuelas públicas o facturar un cheque. Conseguirlo sólo requiere una prueba de residencia y una identificación que puede ser un pasaporte extranjero. Más de un millón de neoyorquinos tiene el carnet, que además ofrece descuentos en museos.
Hace dos semanas, otro policía testificó en la corte a favor de la destrucción de los datos.
El vicecomisionado de contraespionaje y antiterrorismo del departamento de policía de la ciudad, John Miller, dijo que durante los dos años que han pasado desde que el carnet fue aprobado, muy pocos delincuentes han usado esa identificación para llevar a cabo un delito. También dijo que el documento municipal ha servido para que inmigrantes que antes tenían miedo de las autoridades ahora confíen más en ellas y reporten delitos.
“Cuanta más gente tenga el carnet mejor para mí”, dijo Miller durante una larga audiencia presidida por el juez Phillip Minarto.
Por su parte, los asambleístas republicanos aseguran que delincuentes pueden solicitar esta identificación municipal fácilmente, usarla para abrir cuentas bancarias y cometer así delitos como lavado de dinero o financiación del terrorismo. La ciudad ha registrado 102 casos de fraude cometidos para obtener la tarjeta.
En diciembre, Nueva York anunció que no retendría copias de pasaportes, certificados de nacimiento y otros documentos que presentan nuevos solicitantes interesados en obtener el carnet. La demanda ha frenado la eliminación de los datos de personas que lo solicitaron hasta diciembre.
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Claudia Torrens está en Twitter como http://www.twitter.com/ClaudiaTorrens