El inicio de la primavera está a unos días de distancia, pero el invierno todavía no se va de Estados Unidos.
Justo cuando comienzan a florear los árboles y las aves a trinar, otra ola de nieve y hielo se mueve amenazante el domingo sobre el centro del país y la parte central de la costa atlántica. Se espera precipitación de nieve el lunes por la tarde desde los Apalaches a la costa de Nueva Jersey, haciendo que sea peligroso el tránsito de los automovilistas.
Partes del este de Virginia Occidental, la zona central y centro-occidental de Virginia y Shenandoah Valley podrían registrar hasta 25 centímetros (10 pulgadas) de nieve. Se pronostican acumulaciones menores en Kentucky, Tennessee, Pennsylvania, Maryland, Nueva Jersey y Washington, D.C. Partes del sur de Virginia y Carolina del Norte se preparan para una resbalosa mezcla de lluvia, aguanieve y nieve.
“Será peligroso viajar. Es una tormenta de fin de temporada, pero no podemos bajar nuestra guardia”, dijo Amy Bettwy, una meteoróloga de la oficina del Servicio Nacional Meteorológico en Sterling, Virginia.
Una banda de nieve cayó la tarde del sábado sobre Iowa, después de un día cálido y soleado. El área de Des Moines recibió casi 2,5 cm (una pulgada) de nieve.
Se pronostica lluvia y tormentas en el sureste, algunas de las cuales podrían ser fuertes.
Las autoridades investigan si vientos en línea recta o un tornado ocasionaron el colapso de un edificio que albergaba un almacén de descuentos en Atmore, Alabama. El edificó se desplomó la mañana del domingo en momentos en que la región estaba siendo azotada por lluvia fuerte y vientos de alta velocidad. La policía de Atmore dijo que no había reporte de personas lesionadas.
El regreso del invierno ocurrió después de varios días con temperaturas propias de primavera. Siendo el jueves el inicio oficial de la primavera, la gente, cansada de remover nieve con palas, espera que la tormenta que se avecina sea la última despedida del invierno.
Ricardo Contreras, un tapicero de Harrisburg, Pensilvania, dijo que está cansado del invierno y no tiene intenciones de palear más nieve sin importar la cantidad que caiga por la noche.
“Simplemente la voy a dejar que se derrita por sí sola”, comentó Contreras.
El ingeniero Bill Bingham, quien estaba entrando el domingo a la West Shore Plaza en Lemoyne, Pensilvania, para desayunar, dijo que estaba esperando con ansia jugar un poco de golf por primera vez en muchos meses.
“Realmente me gusta el invierno, pero ya estoy harto de la nieve”, dijo Bingham. “Estoy listo para la primavera”.