“Es un llamado a la paz”, dijo Héctor Rodríguez, ministro de Educación, quien asistió a la nueva marcha en Venezuela. La movilización, que partió de la Plaza Bolívar y tiene previsto concluir en el Palacio de Miraflores, sede del gobierno, donde se espera que hable Nicolás Maduro. Consideró que a la marcha asisten unos “dos mil abuelitos” que se han beneficiado de los programas sociales del gobierno, como el aumento a las pensiones.
La ciudad de Caracas amaneció el domingo en calma después que el sábado miles de opositores marcharon por una de las principales avenidas portando pancartas en las que se leía “Libertad, no más represión” y “Maduro desarma a tus asesinos”.
Las manifestaciones de opositores al gobierno se quejan de la inflación, que en enero ya había superado 50% anual, así como la escasez de productos básicos y el aumento de la delincuencia. De forma paralela, miles de seguidores del gobierno también marcharon el sábado hacia los alrededores del Palacio de Miraflores.
La ciudad suroccidental de San Cristóbal, donde se registraron en días anteriores violentas protestas, estaba el domingo en calma después de breves escaramuzas el sábado entre miembros de la Guardia Nacional y grupos opositores.