FedEx, UPS y las aerolíneas dijeron que no podían hacer nada, así que Judd Frost envió a su hija de 32 años a entregar los pantalones, de 500 dólares, reportó el diario Star Tribune (http://strib.mn/1e1EDli ).
Tras 11 horas de viaje por avión el domingo y un recorrido movido por carretera, Jessie Frost llegó al centro turístico de playa Las Brisas, donde Jason Anderson, de 32 años, y Heather Spaeth, de 32, se preparaban para casarse el lunes.
Ni el novio ni la novia sabían que habían olvidado los pantalones hasta que Frost se comunicó con la novia por Facebook el domingo por la noche. Y quedaron igualmente sorprendidos de escuchar que un mensajero especial de la sastrería de lujo Judd Frost Clothiers estaba en camino desde Wayzata, un suburbio de Minneapolis.
La novia le dijo en un mensaje electrónico: “Nos hemos quedado sin palabras”.
El novio compró su traje con chaleco de 1.300 dólares, camisa a la medida, corbata color lavanda, cinturón de piel de cocodrilo y otros accesorios y lo puso todo en una maleta. Pero el chaleco no dejaba ver la percha donde debían estar los pantalones.
“No quería que fuera a probárselos y no los encontrara”, dijo Judd Frost, quien con frecuencia viaja por Estados Unidos para hacer prendas a la medida, pero el caso de Costa Rica es el primero de su tipo.
“Es un gran día para ellos”, dijo. “Y no queríamos decepcionarlos”.