Para algunos, Tiburcio Vásquez fue un delincuente que robó y aterrorizó a los californianos en el siglo XIX y que terminó siendo colgado por asesino. Esos sectores consideran que se glorifica la violencia si se le da su nombre a la escuela.
Pero en una ciudad donde dos tercios de la población es hispana, abundan los residentes de ascendencia mexicana que afirman que Vásquez simplemente defendió su tierra, su cultura y a la comunidad hispanohablante ante los embates de colonos blancos que se apoderaron el estado en busca de oro y al amparo de la doctrina del Destino Manifiesto, que justificaba la expansión de Estados Unidos hacia el océano Pacífico.
Para el superintendente del distrito escolar de Alisal Union, John Ramírez Jr., sin embargo, darle a la escuela el nombre de Vásquez es una forma de condenar la discriminación y de reivindicar la cultura mexicana. “El tema de fondo aquí es la ciudadanía cultural”, declaró Ramírez. “Una parte de la ciudadanía es cuando la gente le da a las calles el nombre de sus héroes”.
El revuelo revivió el debate en torno a qué versión de la historia hay que respetar y quién es héroe y quién villano en una nación multiétnica que a menudo glorifica figuras militares.
“Todo depende de quién escribe la historia”, dijo Gary Alan Fine, sociólogo de la Northwestern University que ha escrito sobre la reputación de figuras históricas. “Y los escritores de la historia cambian con el tiempo”.
El barrio de Alisal –conocido también como East Salinas– es habitado mayormente por familias de campesinos de origen mexicano que trabajan en el Salinas Valley, llamado “la “Ensaladera del Mundo”. Es el barrio más pobre de Salinas y está azotado por la violencia pandillera.
El distrito escolar de Alisal registra notas bajas y episodios de violencia en las mismas escuelas. Pero Ramírez dijo que la nueva escuela, a ser terminada en junio, es un proyecto prometedor, que ofrecerá a cada estudiante una computadora de tableta para reducir la brecha tecnológica que afecta a tantos estudiantes de origen humilde.
La comisión que decidió el nombre de la escuela consideró también el de Trini Rodríguez, ex director del distrito escolar de Alisal que falleció de cáncer. Pero en diciembre votó por unanimidad por Vásquez.
El nuevo alcalde de la ciudad, Joe Gunter, un ex detective de Salinas, criticó la decisión y dijo que no se debería “homenajear a delincuentes”. La Monterey County Deputy Sheriff Association y la Asociación de Policías de Salinas (Salinas Police Officer Association) condenaron públicamente la decisión.
Incluso algunos padres se mostraron en desacuerdo, según Rosalina Ramos, que tiene dos hijos en escuelas del distrito.
“Darle el nombre de un delincuente promueve la violencia. Y nuestra zona ya tiene muchos problemas de ‘bullying’ (intimidación) y otras cosas”, sostuvo Ramos.
En un comunicado escrito, la Oficina de Educación del Monterey County dijo que el nombre que se le da a las escuelas es algo que queda a discreción de las juntas escolares.
Sin inclinarse a favor ni en contra, la superintendente escolar del condado Nancy Kotowsky dijo que “el nombre de una nueva escuela primaria en el distrito de Alisal debería simbolizar las esperanzas y los sueños que los padres y la comunidad tienen para sus hijos”.
El simbolismo es precisamente lo que buscan los miembros de la junta escolar, de acuerdo con funcionarios del distrito escolar de Alisal.
“Vásquez fue un héroe, un revolucionario, producto de su época”, sostuvo Ramírez. “Representa un período en el que la gente de ascendencia mexicana era tratada de una forma ofensiva”.
Tiburcio Vásquez vivió una época de grandes conflictos entre los anglos blancos y los “californios”, como se llamaba a los mexicanos que poblaron la región cien años antes de la Fiebre del Oro. Cuando el Tratado de Guadalupe Hidalgo puso fin a la Guerra Mexicano-Estadounidense en 1848, California quedó en manos de Estados Unidos y posteriormente pasó a ser un estado.
Al producirse la Fiebre del Oro, los “californios” se vieron desbordados por la gran cantidad de colonos blancos, indicó John Boessenecker, autor de “Bandido: La vida y la época de Tiburcio Vásquez” (Bandit: The Life and the Times of Tiburcio Vasquez). Se los discriminaba, fueron despojados de sus tierras y les costaba conseguir trabajo. Algunos fueron linchados.
“Los californios tenían el poder económico, social y político en el estado hasta la Fiebre del Oro”, explicó Boessenecker. “De la noche a la mañana lo perdieron todo. Pasaron a ser ciudadanos de segunda clase en su propia tierra”.
Vásquez era una persona educada, de una familia de medios. Pero terminó robando caballos y cometiendo asaltos, y pasó cinco años en la prisión de San Quentín. Su biógrafo dice que era considerado un héroe que combatió la discriminación de los colonos blancos.
Fue capturado luego de que su banda robó un negocio cerca de Hollister, matando a tres personas. Fue hallado culpable de asesinato y ahorcado en San José en 1875, de acuerdo con versiones periodísticas.
Quienes están a favor de que se le dé su nombre a la escuela dicen que es difícil determinar si Vásquez fue tratado justamente porque en esa época había un sentimiento antimexicano muy fuerte.
Pero incluso si Vásquez hubiese matado a alguien, el hecho de que haya cometido actos de violencia no impide necesariamente que una persona pueda ser considerada un héroe, afirmó Fine, el sociólogo de la Northwestern University. Varios de los héroes de Estados Unidos son generales, veteranos de guerra y personas que tuvieron esclavos. Fine destacó que Thomas Jefferson, uno de los fundadores de la patria y quien llegó a ser presidente, era propietario de cientos de esclavos.
La diferencia entre un héroe y un villano, según Fine, depende de la interpretación del contexto histórico y de quién tiene el poder de decidir. “El asunto es cómo hacen las comunidades de hoy para decidir a quién homenajean”, indicó.