Santiago, 8 Ene (Notimex).- El flamante refuerzo de Necaxa, Nicolás Maturana, tendrá que enfrentar un nuevo reto en su carrera, una lucha por alcanzar un puesto en el once titular de Alfonso Sosa, pero el chileno tuvo que vencer otras batallas antes de ser quien es hoy.
Una infancia llena de abusos de su padrastro hacia él, su madre y sus hermanos, hicieron que un joven Nicolás Maturana tuviera que continuar su vida durante cuatro años en un hogar de menores: La Aldea Mis Amigos, recinto que colabora con el Servicio Nacional de Menores (Sename).
El Sename es un organismo gubernamental que se encarga de velar por la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes o jóvenes entre 14 y 18 años, ante el sistema judicial. El servicio cuenta con centros de asistencia directa y una red de recintos colaboradores.
Como al que llegó Maturana, quien siempre se mostró agradecido de lo vivido en ese lugar: Para mí es el mejor hogar de menores de Chile. No hay como éste, porque todos son cerrados y éste no. Aquí los niños juegan, pero nadie se arranca.
Al final de la Aldea una cancha de futbol vio los primeros movimientos dentro del campo de juego de un inexperto, aunque esforzado jugador que luego hiciera las divisiones inferiores en la Universidad de Chile, para después pasar a Palestino y terminar siendo parte de la Liga Mx.
Luis Ortuzar, director del recinto, fue quien descubrió al futbolista, quien ha sido convocado para La Roja por Juan Antonio Pizzi, y que fue figura durante un sudamericano Sub 20. Apenas superaba el 1.60 metros, pero Ortuzar ya sabía del talento que guardaba ese pequeño risueño.
Antes de llegar a la Aldea, Maturana pasó por varios hogares y por eso habla con autoridad de cómo se mantiene uno de éstos. El aporte que hace el Sename es mínimo. Hay hogares que son muy buenos, pero porque ellos salen a la calle a pedir ayuda, a rogarle a la gente adinerada.
Aquí, por ejemplo, organizamos todos los años una olimpiada con otros hogares y nunca vi a la gente del Sename presente. Nunca, criticó el mediocampista, quien espera brillar en el balompié mexicano.
Aunque el futbolista manifestó que es mas difícil sobrevivir a un camerino de futbol que a un hogar de menores y aseguró que en el balompié se tuvo que hacer respetar a golpes.
A veces es más difícil un camarín. Hay mucha rivalidad. Estás compitiendo para ser profesional. En el hogar es mucho más familiar.
Previo a su viaje a México, Maturana visitaba seguido su hogar donde caminaba como cualquier otro pensionado del recinto, conversaba con educadores, enfermeras, auxiliares sin hacer distinción alguna.
Su futuro será pasearse por el Estadio Victoria de Aguascalientes como uno más, mimetizándose con el resto de los jugadores del plantel, acompañado por sus compatriotas Marcos González, Felipe Gallegos, Manuel Iturra, Edson Puch. Esta vez buscando consagrarse como figura en el futbol mexicano.