En un comunicado, la cancillería venezolana rechazó que Obama comparara la situación de Venezuela con la de Ucrania, y exigiera la liberación de los detenidos en las manifestaciones opositoras registradas en los últimos días.
Destacó que las declaraciones del mandatario estadounidense, hechas desde México, constituyen una nueva y grosera injerencia en los asuntos internos de nuestro país, con el agravante de usar como base información falsa y aseveraciones sin fundamento.
Es una ofensa a la tierra heroica de los aztecas, (…) del noble y valiente pueblo mexicano, que el presidente Obama, desde esa hermana nación, siga agrediendo a un país libre y soberano (…) cuyas políticas, orientaciones y decisiones son resultado de la voluntad popular expresada democráticamente, agregó.
Añadió que los gobiernos independientes y los pueblos del mundo esperan una declaración en la que el gobierno de Estados Unidos, explique por qué financia, alienta y defiende a los dirigentes opositores que promueven la violencia en nuestra patria.
También exige aclarar con qué derecho el subsecretario adjunto para América del Sur del Departamento de Estado, Alex Lee, trasmite un mensaje de Washington, en el que condiciona y amenaza al Estado venezolano por su decisión de llevar a la justicia a los responsables de los hechos violentos de los últimos días.
El gobierno venezolano reiteró que continuará monitoreando y tomando las acciones necesarias para impedir que agentes estadounidenses busquen implantar la violencia y la desestabilización en su territorio.
Reiteró que también seguirá informando al mundo acerca de la naturaleza de la política intervencionista del gobierno de Obama en Venezuela.