La disposición, una de varias nuevas medidas para el alpinismo en la nación del Himalaya, se aplicará a los escaladores que ascienden más allá de campamento base del Everest a partir de abril próximo, informó el funcionario del Ministerio nepalí de Turismo, Madhusudan Burlakoti.
Con el fin de limpiar el monte Everest, de ocho mil 848 metros de altura, el gobierno decidió que cada miembro de una expedición tendrá que traer por lo menos ocho kilogramos de basura, además de la suya, dijo.
Burlakoti indicó que las autoridades tomarán medidas legales contra los escaladores que incumplan con la nueva norma, aunque no aclaró si esto implicaría una multa u otra sanción, según el diario The Himalayan Times.
Entre la basura que se ha ido acumulando en el Everest desde hace 50 años se encuentran cilindros de oxígeno vacíos, cuerdas, botellas, ropa, carpas y hasta cadáveres de personas que no se descomponen debido al extremo frío.
A partir de abril, las expediciones deberán presentar su basura en una oficina que se instalará en un campamento base, que también ofrecerá asistencia médica y mediará en la solución de conflictos, como el ocurrido en abril pasado entre alpinistas europeos y guías nepalíes.
Burlakoti subrayó que la campaña será iniciada como prueba. Si tiene éxito, prepararemos una ley para ampliar la campaña y llevarla a otras montañas, declaró.
De acuerdo con estadísticas del gobierno, alrededor de 450 alpinistas de todas partes del mundo escalan la montaña más elevada del mundo cada año.
En la actualidad, es obligatorio un fondo de cuatro mil dólares, parte de los cuales se devuelve una vez se ha traído de vuelta todo el equipamiento llevado a la montaña, pero la aplicación ha sido un problema.