El director del Museo de San Quintín, Arturo Rodríguez Rodríguez, indicó que el valle está integrado por pueblos en la parte sur del municipio de Ensenada por la carretera transpeninsular, todos con vocación turística y una larga tradición histórica.
Explicó que fue durante el pleistoceno cuando se conformó la actual configuración geográfica de su bahía por la intensa actividad volcánica, de la cual quedan como testigos sus volcanes ahora apagados, así como yacimientos minerales.
También vivieron en este valle animales de esa era ahora extintos, tales como mamuts y otros, de los cuales se han encontrado vestigios en la región, algunas de estas piezas paleontológicas que ahora son exhibidas y han atraído cientos de visitantes.
El Museo de San Quintín fue formado en colaboración con investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con una colección inicial de más de 500 piezas arqueológicas y paleontológicas.
Refirió que en el lugar habitaban grupos de la tribu yumana que supieron aprovechar las bondades de esta tierra convirtiéndose en cazadores, agricultores y pescadores, principalmente, actividades que procuraron su supervivencia.
En este lugar convergen tanto la historia antigua como moderna, entrelazada por la exhibición de las diversas pruebas del devenir de la región, tanto de restos fósiles como de piezas provenientes de la época de la colonización y evangelización del valle, expuso.
La creación y conservación de este museo también es la materialización del impulso que se le ha brindado a la cultura así como a la promoción de las visitas, tanto por parte de los habitantes locales como de los turistas.
El Museo de San Quintín hace referencia al origen y evolución de la región, así como al paso de los primeros misioneros que asentaron su hegemonía en la zona, y cuyos restos de sus misiones aún se pueden admirar en este valle.