El legislador de South Carolina Mick Mulvaney agregó que se colocaría sobre la mesa el aumento de impuestos para ayudar a apuntalar los más grandes programas gubernamentales de prestaciones.
Los comentarios de Mulvaney en su audiencia de confirmación en el Senado contradicen las promesas de campaña de Trump de no recortar los programas; Trump has ofreció además reducir impuestos, no aumentarlos.
Las declaraciones ocurrieron el mismo día que analistas del Congreso dijeron que Trump ha heredado una economía estable pero un gobierno que enfrenta en su panorama deficitario una deuda que empeora. Dicho todo lo anterior, Trump está ante déficits que podrían agregar más de nueve billones de dólares en la siguiente década, incrementándose a 30 billones para 2027.
Tales déficits seguramente impedirán la promesa de Trump de disminuir impuestos, y los republicanos más conservadores podrían presionar por recortes de gasto, medida que no agrada al nuevo presidente.
Los cálculos de la no partidista Oficina de Presupuesto del Congreso dicen que la economía se mantendrá relativamente estable, con el incremento económico subiendo ligeramente a 2,3% este año y la tasa de desempleo promediando menos de 5% durante el período presidencial de Trump.
La agencia calcula un déficit presupuestal para el año en curso de 559,000 millones de dólares, casi el mismo que el año pasado, el último año del período del presidente Barack Obama.
Mulvaney dijo que no propondría recortar los beneficios de Seguro Social o Medicare a la gente que ya los está recibiendo; pero, agregó, los trabajadores jóvenes deberán esperar trabajar más tiempo que sus padres. Señaló que el Medicare debería comprobar las necesidades económicas de los beneficiados y limitar los beneficios a los jubilados adinerados. Ellos ya están pagando primas más altas.
“Pienso que las personas que están en el Seguro Social y Medicare deben estar realmente preocupadas”, dijo la senadora demócrata Debbie Stabenow. “Las alarmas deben haberse disparado en este momento”.
El senador independiente Bernie Sanders, leyó declaraciones de Trump realizadas durante su campaña en las que dijo que no recortaría programas de prestaciones. Sin embargo, como miembro del Congreso, Mulvaney se ha manifestado abiertamente sobre cambiar los programas.
“Tengo que imaginar que el presiente sabía a quién estaba tomando”, dijo Mulvaney.
El acérrimamente conservador elegido por Trump para encabezar la oficina de Presupuesto de la Casa Blanca fue elegido legislador en la ola del Tea Party de 2010. Él ha apoyado el plan de la Cámara de Representantes controlada por el Partido Republicano para recortar el Medicare convirtiéndolo en un nuevo programa para futuros jubilados; Trump ha dicho que se opone a esa idea.