Jenna Evans, de 29 años, quien vive en California, tuvo un sueño muy rato y vívido. De acuerdo con su testimonio, ella y su prometido estaban en peligro y para que no le robaran su anillo se lo tragó.
Pues el anillo de compromiso tiene diamantes de 2,4 quilates y en su sueño se lo tragó para protegerlo.
Sin embargo, aunque fue un simple sueño, Jenna Evans despertó y vio que el anillo no estaba en su dedo.
Rápidamente se alertó porque pudo habérselo tragado así que despertó a su novio para contarle lo ocurrido, aunque los dos se rieron mucho, luego de un rato acudieron al centro médico.
Los especialistas detectaron que efectivamente se lo tragó. Rápidamente descartaron la opción de esperar a que el anillo saliera por vía natural y remitieron a la paciente al servicio de gastroenterología, donde le practicaron una endoscopia superior y recuperaron el anillo