La reportera de televisión local Beatriz Font dijo que de acuerdo con informes sin confirmar al menos otros dos estudiantes habrían muerto al anochecer en esa ciudad de 600.000 habitantes donde iniciaron las protestas estudiantiles.
El grupo defensor de derecho humanos Provea señaló por Twitter que un estudiante quedó seriamenet herido por una bala. “Desde la una de la madrugada (del lunes) la Guardia Nacional atacó y todavía hoy en la mañana siguen reprimiendo zonas residenciales con bombas lacrimógenas y perdigones para desmantelar barricadas, quemaron el toldo donde pernoctan los estudiantes que hacían vigilia”, dijo a The Associated Press en entrevista telefónica el alcalde Daniel Ceballos.
El estudiante fallecido, Daniel Tinoco, recibió un disparo en el pecho, dijo el alcalde en la red social Twitter. El político opositor no responsabilizó a alguien en particular por la muerte pero señaló que paramilitares armados aliados al gobierno conocidos como “colectivos” se enfrentaron a los estudiantes a lo largo del día.
Font señaló que Tinoco era “uno de los estudiantes que estaba siempre en la avenida Carabobo (levantando barricadas) dando entrevistas. Era alguien muy entusiasta”. Previamente, el alcalde había dicho que los enfrentamientos alteraron la vida en San Cristóbal. “La ciudad está paralizada”, dijo Ceballos a The Associated Press.
La semana pasada el presidente Nicolás Maduro anunció la realización de una “conferencia de paz” a nivel estatal en San Cristóbal pero la oposición se negó a participar en tanto Maduro no ordene la liberación de los manifestantes encarcelados.
Las protestas que han sacudido a Venezuela comenzaron en San Cristóbal por parte de estudiantes que tomaron las calles para protestar por un intento de violación contra una estudiante. Las protestas pronto se extendieron a otras ciudades y atrajeron a integrantes de la clase media hartos de la inflación galopante, carencia de productos básicos y una de las tasas de homicidios más altas del mundo.
En San Cristóbal, Caracas y otras ciudades los manifestantes han levantado barricadas con desechos y basura para bloquear las calles y hacer el tránsito más lento. En algunos casos los manifestantes dicen usarlas para protegerse de los “colectivos” que apoyan al gobierno. Maduro sostuvo que el fin de las protestas es desestabilizar y derrocar a su gobierno. El lunes, cuando se celebra el día del médico, hubo marchas de doctores simpatizantes y opositores al gobierno.
La movilización de los profesionales que simpatizan con el gobierno se realizó sin problemas pero a los que comulgan con la oposición la policía les impidió el paso. En San Cristóbal Font dijo que policías armados lanzaron gases lacrimógenos cerca de edificios residenciales.
“Donde el gobierno ve una barricada, donde ve paramilitares, verdaderamente lo que hay es ciudadanos, mujeres, hombres, familias que están defendiéndose de grupos armados que salen de madrugada a azotar las comunidades, a disparar, a quemar vehículos, a generar actos de vandalismo”, dijo Ceballos.
Horas más tarde en un acto público, Maduro denunció que como parte de una supuesta campaña para desacreditar a su gobierno, “82 diarios de América sacan una página diaria contra Venezuela“. “Esto es terrorismo, pero ayer ellos (los diarios) empezaron a decir que eran infiltrados del gobierno”, afirmó el gobernante, mostrando fotos de “actos vandálicos” registrados el domingo en Plaza Altamira, de la capital, escenario de incidentes violentos en los últimos 27 días.
Desde el 6 de marzo, un grupo de diarios colombianos comenzó una campaña para divulgar noticias recabadas por periódicos de Venezuela, que enfrentan severas restricciones de papel. Maduro agregó que en Altamira la Guardia Nacional arrestó a 11 personas y decomisó medicamentos y prendas de vestir presuntamente usados en las protestas.
El lunes hubo más choques en Altamira entre manifestantes y policías, que usaron gases lacrimógenos para dispersarlos. El Ministerio Público ordenó investigar la muerte de Giselle Rubilar Figueroa, una chilena de 47 años, en la ciudad andina de Mérida, unos 500 kilómetros al oeste de Caracas, aparentemente relacionada con las protestas.
Según información preliminar, en horas de la madrugada del domingo 9 de marzo “Rubilar Figueroa recibió un impacto de bala cuando retiraba escombros que obstaculizaban una vía adyacente a su vivienda en Mérida”, indicó el Ministerio en un comunicado divulgado el lunes, sin dar otros detalles. Las protestas ocurridas en Caracas y otras ciudades del interior del país han dejado al menos 21 muertos y más de 300 heridos, según cifras de la Fiscalía General divulgadas la semana pasada.
El Dr. Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana, la agrupación de médicos más grande del país, denunció que 95% de los hospitales públicos del país apenas cuentan con 5% de los insumos que necesitan, a la vez que rechazó que el gobierno creara un sistema paralelo de salud.
“Nuestros hospitales tienen las puertas abiertas pese a que los equipos están destartalados y no contamos con medicamentos básicos; el otro, los ambulatorios de Barrio Adentro, manejados por cubanos, tienen muchos recursos, pero 80% de esos ambulatorios están cerrados”. En una discurso transmitido por radio y televisión, Maduro se refirió a la situación de la salud.
“Claro que hay problemas. Lo reconozco, (pero) a todos los hospitales los vamos a recuperar y los vamos a poner en su nivel más alto”, dijo Maduro, quien encabeza el acto de graduación de 300 nuevos médicos comunitarios. “En el caso de la salud pública, yo le doy la bienvenida a las críticas y propuestas para mejorar el sistema”, enfatizó.