Las dos periodistas, que trabajaban para la agencia de noticias estadounidense AP (Associated Press), se encontraban en una pequeña ciudad de la frontera entre Afganistán y Pakistán, donde habían acudido con un convoy de la Comisión Electoral. Un vocero del gobierno provincial, Mubarez Mohammad Zadran, dijo que las periodistas extranjeras habían sido atacadas por un hombre vestido de policía en el distrito de Tania.
Anja Niedringhaus, de 48 años, fotógrafa con un gran prestigio internacional, murió en el lugar de los hechos, mientras Gannon, de 60, fue llevada a un centro médico tras recibir dos disparos y se encuentra en condición estable. Un policía, que pertenecía a una unidad identificada como Naqibullah, agente del distrito de Tani, abrió fuego contra las dos periodistas extranjeras, según detalló el portavoz, pero no explicó porqué el oficial les disparó.
Un reportero freelance, no identificado, que iba con las dos periodistas relató que el hombre se acercó al automóvil en el cual estaban y antes de disparar con un rifle AK-47 gritó “Dios es grande”. Luego se rindió a los otros policías y fue arrestado. La violencia contra los extranjeros se ha disparado en vísperas de las elecciones presidenciales que se celebran bajo la amenaza del Talibán de boicotear con las armas la cita a las urnas.
Se trata del tercer ataque mortal contra periodistas en las últimas semanas en Afganistán. El reportero afgano Sardar Ahmad, de la agencia francesa AFP, murió hace dos semanas junto a su mujer y dos de sus tres hijos en un atentado contra un hotel de la capital afgana. El periodista sueco Nils Horner fue asesinado a tiros el pasado 11 de marzo en el centro de Kabul mientras realizaba entrevistas.
Afganistán se prepara para celebrar mañana las elecciones presidenciales en medio de amenazas de los talibanes para hacer fracasar el proceso electoral, a sólo unos meses de la salida de las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Un total de 400 mil tropas afganas e internacionales han sido desplegadas, mientras se han establecido cordones de seguridad alrededor de cada puesto de votación, con policías en el centro y cientos de tropas en la periferia.
Si el canditato ganador no alcanza el 50 por ciento de los votos necesarios, los dos aspirantes con mayor votación disputarán en una segunda vuelta la presidencia de Afganistán, que según la Comisión Electoral Independiente se celebrará el 28 de mayo.