Por Gabriela Sotomayor. Corresponsal
Ginebra, 27 Nov (Notimex).- El documental Muchachas, de la cineasta mexicana Juliana Fanjul, destacó en el festival FILMAR en América Latina por la manera original, fresca y honesta en que se muestra a las trabajadoras del hogar, que en muchos casos permanecen invisibles.
Durante el festival, Muchachas fue presentado en 14 ocasiones y en diversas salas de Ginebra con muy buena audiencia, y la presencia de Fanjul le permitió dialogar con el público sobre la ardua tarea que realizan las trabajadoras del hogar en México.
Este es el primer documental de larga duración, 63 minutos, que se realiza sobre el tema de las trabajadoras del hogar en donde ellas mismas pueden hacer uso de su propia voz, dijo Fanjul en entrevista con Notimex.
Pero también “Muchachas” es un espejo sobre la vida de Fanjul y sus vivencias al regresar a México para cerrar una etapa importante de su vida por la muerte de su abuela.
Es a raíz de ese acontecimiento cuando reflexiona sobre Remedios, quien trabajó con su abuela por 22 años y a quien nadie dio el pésame después de haber sido ambas tan cercanas.
Yo pensaba mucho en Remedios porque era la que más iba a extrañar a mi abuela y nadie se preguntaba a dónde se iba a ir cuando la casa se vendiera, relató.
Ella, Remedios, estaba totalmente invisible y ese fue el detonador para realizar Muchachas, una película en donde las viéramos, porque me di cuenta de que no las vemos para nada, contó.
Este documental es un homenaje al tiempo que ellas dedicaron a mi familia y a mí, apuntó.
La película muestra una serie de contradicciones como es el caso de que ellas saben todo de nosotros, y yo no sabía ni siquiera cómo se apellidaban, dijo Fanjul.
Y la contradicción fundamental que es la clase social, subrayó.
En la cinta vemos también la historia de Lupita, quien trabajó en casa de Juliana, y a Dolores la persona que trabaja en casa de una de sus mejores amigas.
La mexicana se mostró satisfecha del éxito que ha tenido la cinta, las preguntas del público y en ocasiones la polémica sobre el tema.
Fanjul, quien nación en 1981, es egresada de la Universidad Iberoamericana, después estudió tres años en Cuba en la escuela de cine de San Antonio de los Baños.
Su estancia en ese país la sacó de la burbuja súper protegida en la que se crió. Cuba es un antes y un después en mi vida, narró.
De 2012 a 2014 realizó una maestría en HEAD, en la ciudad de Lausanne, Suiza, la universidad de artes visuales con más prestigio de este país europeo.
Muchachas se ha exhibido en varios festivales en México como el de Guanajuato, el de la Riviera Maya en Playa del Carmen y en fecha reciente en el festival de Colima.
Fanjul dijo que en Suiza ha recibido comentarios muy positivos sobre la dulzura y la crítica que hay en el relato”.
En su presentación en FILMAR, esta oposición de la complicidad con la que puedo acercarme a conversar con ellas y la crítica social es lo que más les ha gustado de la cinta.
Yo me limité a narrar mi experiencia dijo Fanjul, y es esa sinceridad del relato lo que vuelve a Muchachas una pieza profunda, con fuerte contenido social, crítico de un sistema de vida, narrado con frescura y sin resentimiento.
Sobre el proceso para convencer a Remedios, Lupita y Dolores de ser las protagonistas del documental, Fanjul comentó que Lupita estaba muy ilusionada de aparecer en el filme, sin embargo, a Remedios le costó más trabajo porque no dejaba de llorar porque estaba muy reciente la muerte de la abuela.
Muchachas además es profundamente política, y mi posición está evocada a través de esa voz en off y lo que vemos es mi cotidiano y mi pensamiento sobre la injusticia de cómo las tratamos, admitió.
En un documental de creación como este se trata de ir hacia adentro y hablar de uno, porque son espejos y se trata de buscarse y responder a cosas que a uno mismo le inquietan, dijo.
Lo complicado fue encontrar en dónde hacer la crítica sin traicionar a mi familia, sostuvo Fanjul sobre este documental que es profundamente personal.
En la cinta se percibe la relación afectuosa de Fanjul hacia ellas y de ellas hacia Juliana, pero hay muchas trabajadoras del hogar que sufren terribles abusos de sus empleadores y maltrato. Muchas de ellas son tratadas como esclavas, son explotadas, incluso violadas.
Cuestionada sobre la posibilidad de un cambio en la sociedad sobre las condiciones en que viven muchas trabajadoras del hogar, Fanjul argumentó que la única forma en que se puede cambiar es que los de arriba abran un poco los ojos.
Pero, claro que no nos gusta abrir los ojos porque estamos muy cómodos, lamentó.