“Todo lo mencionado por la Fiscalía Pública no sucedió en absoluto y es infundado”, afirmó Hosni Mubarak, después de que el presidente del Tribunal Penal de El Cairo, Osama Shahin, leyó las acusaciones que pesan en su contra, en complicidad con sus hijos Alaa y Gamal.
Mubarak, quien renunció en febrero de 2011 tras un levantamiento popular, están acusados de apropiarse y de facilitar la confiscación de más de 100 millones de libras egipcias (unos 14.37 millones de dólares), originalmente destinadas para el palacio presidencial a bienes personales.
Durante el proceso, que fue difundido en vivo por la televisión estatal, el ex mandatario egipcio aseguró que nunca robo dinero de las arcas públicas del país y que tanto él como sus dos hijos son inocentes, según un reporte de la televisión Al Yazira. “No estoy de acuerdo (…) Nunca sucedió”, reiteró el ex presidente de 85 años de edad, quien gobernó el país por casi 30 años.
Vestido con un traje obscuro, Mubarak apareció tras la rejas sentado en una celda de el tribunal, la misma en la que misma apareció la semana pasada su sucesor, el depuesto presidente Mohamed Mursi.
El magistrado de la corte también leyó los cargos contra Alaa y Gamal Mubarak, así como contra otro ex funcionarios, acusados de complicidad en la apropiación indebida de fondos públicos, soborno y la falsificación de documentación oficial entre 2002 y 2011.
Shahin dijo que los hijos del ex mandatario están acusado de no pagar el valor real de los trabajos realizados a bienes inmuebles de su pertenencia y pagarlos con el presupuesto del Estado. Al la pregunta explícita del juez ¿Qué dicen de esto?, los hijos del ex mandatario de Egipto se declararon inocentes. Tras la lectura de los cargos, el presidente del Tribunal de Apelaciones de El Cairo decidió fijar para el 19 de marzo la próxima sesión del juicio.
Hosni Mubarak fue sentenciado a cadena perpetua en 2012 por complicidad en la muerte de más de 800 manifestantes en manos de las fuerzas de seguridad egipcias, durante la ola de protestas que lo llevó a presentar su renuncia en febrero de 2011.
Sin embargo el presidente apeló el fallo y fue liberado de prisión el año pasado, aunque continúa bajo arresto domiciliario en el hospital militar de Maadi, ya que aún debe responder por otros dos casos de corrupción, cuyas fechas aún no se han fijado.