Le Monde señaló que transcripciones de las llamadas realizadas después que Sarkozy dejó el cargo en 2012 mostraron que los dos hombres conocían la existencia de deliberaciones judiciales internas y eran cercanos a un abogado en el tribunal.
Su abogado, Thierry Herzog, criticó las grabaciones y dijo a Le Monde que no había dudas sobre tráfico de influencias.
“Las conversaciones entre un abogado y su cliente no se pueden escuchar, muchos menos grabarlas y transcribirlas”, dijo Herzog, quien dijo que lo ocurrido es una “monstruosidad”.
Sin embargo, el jefe de la asociación de magistrados de Francia dijo que las grabaciones se hicieron conforme a la ley francesa.
“No veo qué tenga de sorpresivo cuando el señor Sarkozy ya no es presidente” y se le trata como a cualquier sospechoso en una investigación, dijo Christophe Regnard a la radiodifusora RTL.
A principios de esta semana medios de comunicación franceses publicaron grabaciones de conversaciones privadas de Sarkozy cuando era presidente, hechas por un asistente cercano.
Las grabaciones, junto con otros asuntos jurídicos que enfrenta Sarkozy, podrían mellar su reputación en momentos en que estudia la posibilidad de postularse a la presidencia en 2017.