Estados Unidos llevó a buen puerto su campaña “Recuerden El Alamo” porque el organismo cultural de Naciones Unidas concedió el domingo la categoría de patrimonio mundial a ese sitio.
El Alamo fue uno de cinco lugares españoles católico romanos conocidos como las Misiones de San Antonio que recibieron la codiciada clasificación para impulsar el turismo.
El Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO concedió la clasificación a las misiones y cuando menos a otros 12 lugares de diversas partes del mundo, como la isla industrial de Gunkanjima, frente a Japón, en una iniciativa que había objetado Corea del Sur.
Susan Snow, arqueóloga del Parque Histórico Nacional Misiones de San Antonio, dijo que esta zona en Texas representa “la mera esencia del gran crisol (de culturas) de Estados Unidos”.
“Estas misiones son un ejemplo vivo del intercambio de culturas que unió las influencias indígena, española, mexicana y otras que constituyen el sur de Texas de la actualidad“, dijo Snow en un comunicado después de la decisión emitida en Bonn, Alemania.
Las misiones fueron construidas en el siglo XVIII dentro y los alrededores de lo que hoy día es la ciudad de San Antonio para convertir a los indígenas al catolicismo y en súbditos españoles.
La más conocida de las misiones, El Alamo, fue escenario de la famosa batalla librada en 1836 cuando un reducido grupo de pobladores de Texas opuso una valiente resistencia al general Antonio López de Santa Anna y sus fuerzas mexicanas que los superaban en número y que al final capturaron el lugar.
Durante la Batalla de San Jacinto que tuvo lugar semanas después, los victoriosos soldados texanos gritaron “¡Recuerden el Alamo!”