Dicha medida (que sería difícil de hacer cumplir, debido a que Google tiene su base en Estados Unidos) podría ser un último recurso para los países que busquen impedir que la enorme firma de Internet desplace sistemáticamente a sus competidores, afirmó Sigmar Gabriel, ministro de economía y vicecanciller federal de Alemania.
“Una división, al igual que las que se han llevado a cabo para las redes de electricidad y gas, debería ser considerada seriamente”, escribió Gabriel en un artículo de opinión publicado el viernes por el periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung. “Sin embargo, solo sería un último recurso. Por eso es que nos estamos concentrando en la regulación antimonopólica de las plataformas de Internet”.
Desde hace años Google ha enfrentado críticas por su posición dominante en Europa, donde no ha surgido ningún rival local a su negocio de búsqueda, pero la opinión del ministro de economía revela una nueva expresión de urgencia entre los gobiernos y empresas europeos, de que la industria local de Internet corre el riesgo de ser aplastada por sus rivales estadounidenses.
Unas 400 compañías, entre ellas importantes editoras alemanas y francesas, anunciaron el jueves que presentaban una nueva denuncia antimonopólica contra Google. Agrupadas en el llamado Proyecto de Internet Abierta, sostienen que Google promueve sus propios productos a expensas de sus rivales.
El vocero de Gabriel, Stefan Rouenhoff, dijo el viernes que el ministro de economía examinaba varios aspectos del negocio de Google, incluso su cumplimiento de las reglas de privacidad y su uso de medidas de reducción de gravámenes que han irritado a los gobiernos europeos. Admitió que una división de Google y otras compañías de Internet, aunque legalmente posible, sería difícil.
Rouenhoff indicó que, en vez de la división de una compañía, Alemania buscaría introducir nuevas reglas antimonopólicas en la Unión Europea que requiera a empresas como Google garantizar que en los resultados de las búsquedas en la red aparezcan también sus rivales.
El director de la oficina antimonopólica alemana dijo que es difícil demostrar que una compañía explota su posición en el mercado. “Para proceder con Google y otras empresas, quizás deberían considerarse medidas legislativas”, advirtió Andreas Mundt.