Francisco Ruiz, de 20 años, soñaba con una vida mejor para él y su familia, por lo que decidieron unirse a la caravana cuyo destino es Estados Unidos, sin embargo, su sueño se vio desmoronado cuando, en el camino por México, le robaron a su esposa Loana Pérez Gurneta, de 18 años, y sus tres hijos de 5,3 y 2 años.
“En Oaxaca es donde empezó todo. Primero me robaron a mi niño, el de 5 años. Yo me fui para el baño y cuando regresé, ya no estaba”, explicó Francisco.
La familia acudió entonces a la policía para denunciar el robo del pequeño Juan, pero no recibieron ninguna respuesta, por lo que optaron por avanzar con la caravana para ver si alguien tenía a su hijo.
Tres días después de este terrible acontecimiento, cuando estaban en Veracruz, un tráiler se ofreció a llevarlos a la Ciudad de México, pues les dijeron que se dirigían hacia ahí.
“Lo único que recuerdo del tráiler es que tenía una bandera de esas de carreras, las de cuadritos”.
Uno de los pasajeros tenía un chaleco que lo identificó como personal de Derechos Humanos, pero no había espacio para todos, así que Loana Pérez y sus pequeñas Dulce María y Karla Pérez Ruíz subieron al tráiler, mientras Francisco continuó el camino en otro auto.
“Dijo que era un coordinador de los Derechos Humanos, pero ahorita vine para acá y el coordinador no es él”, acusó Francisco.
Loana Pérez Gurneta es delgada, mide un metro con sesenta centímetros, tiene piel morena y ojos verdes, la última vez que se le vio cargaba a sus hijas a bordo del tráiler en Veracruz; Juan es de piel morena, ojos verdes, cabello claro y la última vez que se le vio fue en Oaxaca.
Nasheli Ramírez, titular de la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX, indicó que esta familia forma parte de los al menos 100 presuntos migrantes desaparecidos en su paso por México.