Una vez más Brasil está en el ojo del huracán, se han vivido das de intensa crisis interna por el escándalo que rodea a su presidente Michel Temer, quien fue acusado de corrupción y obstrucción de la justicia, sin embargo se defiende y asegura que se trata de una conspiración en su contra, fue tajante al decir que no va a renunciar.
Todo surgió cuando el empresario brasileño Joesley Batista, dueño de la empacadora de carne más grande del mundo JBS, reveló unas grabaciones, en las cuales Michel Temer habría pedido que le diera un sobornos al expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, quien se encuentra encarcelado por corrupción, para que guardara silencio sobre los vínculos con él.
Y es que Eduardo Cunha podría tener información muy valiosa, la cual podría comprometer la credibilidad de Temer, así como de varios de sus colaboradores, sin embargo el presidente de Brasil asegura que no tiene miedo y que fue ingenuo.
“Yo no voy a renunciar, si quieren que me destituyan, si yo renuncio sería como aceptar la culpa”, dijo Michel Temer.
El sábado Temer aseguró que iba a solicitar al Supremo Tribunal Federal la anulación de la investigación que le fue abierta la semana pasada, alegando que la grabación fue manipulada, el mismo tribunal abrió la investigación a petición de la Fiscalía.
Un grupo relacionado con la izquierda en Brasil ha comenzado a realizar marchas pidiendo al destitución de presidente carioca, estas marcas iniciaron la tarde de ayer, sin embargo Temer se niega a dejar su cargo, estas manifestaciones se ubicaron en 15 estadso del país amazónico.
El Presidente de Brasil negó que la grabación se una prueba que lo impute por el delito de corrupción y al respecto dijo lo siguiente.
“Escucho a mucha gente y mucha gente me dice las mayores tonterías que no tengo en cuenta”, concluyó.