Explicó que los costos totales por agotamiento y degradación ambiental en ese año fueron de 985 mil 064 millones de pesos. Dichos costos, explicó el instituto, reflejan los gastos que tendría que hacer la sociedad para prevenir o remediar la disminución y pérdida de recursos naturales, así como el deterioro del medio ambiente.
Los gastos en protección ambiental realizados por el sector público en su conjunto y por los hogares se situaron en ese mismo año en 143 mil 066 millones de pesos, lo que representó 1.0 por ciento del PIB a precios básicos, abundó el organismo.
De acuerdo con los resultados del estudio Cuentas económicas y ecológicas de México 2012, los principales gastos de dicho monto se destinaron a actividades del gobierno como construcción, minería, así como la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, entre otras.
Así, se destinó 23.8 por ciento al sector de la construcción, 22 por ciento a la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final y 20.1 por ciento a actividades de gobierno.
Además, se erogó 17.1 por ciento en minería y 10.2 por ciento en servicios profesionales, científica y técnica. En conjunto a estos sectores se destinó el 93.2 por ciento del total de gasto en protección ambiental.
Expuso que el indicador que muestra el impacto ambiental ocasionado por la producción de bienes y servicios es el Producto Interno Neto Ajustado Ambientalmente o Producto Interno Neto Ecológico (PINE), en el año de referencia llegó a los 12 millones 779 mil 669 de pesos y representó 82.2 por ciento del PIB de ese mismo años.
Agregó que el PINE se obtiene al deducir del PIB a precios de mercado los costos por el consumo de capital fijo y los costos imputados por el agotamiento de los recursos naturales y por la degradación ambiental.