Aproximadamente 80 por ciento de la población mexicana se automedica, dijo el académico del Departamento de Farmacobiología de la Universidad de Guadalajara, Raymundo Escutia Gutiérrez.
Subrayó que las personas, al tener síntomas de gripa o diarrea, piensan que sus problemas son leves y pasajeros y que se pueden tratar de manera fácil, de tal forma que acuden a la automedicación.
Por su parte, la jefa del departamento, Amalia Reyes Larios, señaló que la automedicación, el desperdicio y la falta de seguimiento en la administración de medicamentos han ocasionado muchos problemas de salud y económicos en el país.
Citó como ejemplo claro el hecho de que los virus se vuelven más resistentes a los antibióticos y otros medicamentos causan reacciones adversas.
Para los especialistas, es necesario fortalecer el trinomio: médico, químico-farmacéutico-biólogo (QFB) y paciente, con miras a educar a ciudadanos sobre cuestiones sanitarias y cambiar esa cultura del desconocimiento.
Reyes Larios reiteró que el derecho a la información del paciente es, por tanto, fundamental para esta práctica asistencial.
Apuntó que una de las metas para las instituciones es actualizar a profesionales y estudiantes, puesto que la farmacia hospitalaria se enfoca a servir a ciudadanos en la selección, preparación, adquisición, control e información para el uso apropiado y seguro de medicamentos.