La Primera Dama de Estados Unidos, Michelle Obama, dedicó su mensaje del Día de las Madres a las más de 200 niñas secuestradas en Nigeria, y resaltó la importancia de la educación universal para crear un mejor futuro para el mundo.
En su tradicional mensaje de los sábados que transmite el presidente Barack Obama, su esposa Michel aprovechó el espacio en esta ocasión para honrar a las madres en su día, y a desear que las niñas nigerianas secuestradas regresen a sus casas sanas y salvas.
Hoy, oremos por su seguro regreso, mantengamos a sus familias en nuestro corazón durante estos momento difíciles, y mostremos al menos una fracción de su valor para luchar para dar a cada niña en este planeta la educación a la que tiene derecho al nacer, declaró.
Destacó además la importancia de la educación universal no sólo porque ésta brinda la oportunidad de darle un mejor futuro a las niñas y a sus familias, sino porque ofrece mejores perspectivas para un país y para su economía.
Asimismo, deseó que la determinación que las niñas secuestradas en Nigeria mostraron para asistir a la escuela sirviera como ejemplo a los jóvenes que piensan abandonar sus estudios con el fin de que se comprometieran con su educación.
Estas niñas personifican la mejor esperanza para un mejor futuro para nuestro planeta, y estamos comprometidos para respaldarlas no sólo en momentos de tragedia o crisis, sino en el largo plazo, afirmó.
Michelle Obama recordó que muchos de los padres de las niñas secuestradas dudaban en mandar a las niñas a la escuelas por las amenazas terroristas, por las que el propio colegio al que asistían las menores habían sido cerrado previamente.
Sin embargo, estas niñas insistieron en regresar a presentar sus exámenes. Estaban tan convencidas de avanzar al siguiente nivel de educación, tan convencidas de que un día construirían sus propias carreras y que enorgullecerían a sus propias familias y comunidades.
Señaló el ejemplo de la activista paquistaní Malala Yousafzai, quien fue herida con un disparo en la cabeza por el Talibán por promover la educación universal, y cuya determinación debía servir como inspiración al mundo entero.
Asimismo, resaltó que tanto el presidente Obama como ella veían en las niñas nigerianas secuestradas a sus propias hijas, y que podían visualizar sus esperanzas y sueños, e imaginar la angustia que los padres sentían en este momento.