Guadalajara, 26 Sep (Notimex).- Con tres años sin tratamiento, la sobrevida del paciente con hipertensión arterial pulmonar es de 41 por ciento, toda vez que este padecimiento puede derivar en fallas cardiacas, concretamente insuficiencia de las cavidades derechas y en la muerte.
El neumólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Rubén Santoyo Ayala, explicó que esta patología se caracteriza por el estrechamiento de las arterias o vasos sanguíneos de los pulmones, lo cual dificulta la transportación de la sangre y con ello la presión incrementa considerablemente.
Al trabajar el corazón a marchas forzadas para circular la sangre y el oxígeno, explicó el especialista, va presentándose un agrandamiento de este órgano de lado derecho, que es por donde se bombea la sangre mediante los pulmones.
El también médico internista manifestó que la hipertensión arterial pulmonar suele arrojar su sintomatología hasta dos años después de evolución de la enfermedad.
Las manifestaciones más características que presentan los pacientes son dificultad para respirar, fatiga y falta de vitalidad que aparece de forma aguda, síncope (desmayo), falta de apetito, dolor torácico, mareos y edemas (hinchazón) de extremidades.
Santoyo Ayala precisó que existen dos clasificaciones de la Hipertensión Arterial Pulmonar: la primaria, que es de aparente causa desconocida, y la secundaria, que está asociada a diversas patologías, como son la Enfermedad Pulmonar Obstructiva (EPOC), Tromboembolismo Pulmonar, VIH, y al consumo de anorexígenos y otros fármacos.
Otras complicaciones que pueden presentarse, además de la falla cardiaca, señaló, están la congestión hepática, derrame pleural y acumulación de líquido en abdomen.
Dio a conocer que el diagnóstico incluye la práctica de la exploración física, la toma de una radiografía de tórax y un ecocardiograma, además de un cateterismo cardiaco para conocer la severidad de la enfermedad, y pruebas de laboratorio.
Añadió que en la exploración física suelen presentarse datos como ruidos y soplos cardíacos e ingurgitación yugular. El tratamiento incluye el manejo de las patologías concomitantes.
En cuanto a la incidencia, estimó que se presentan cinco pacientes afectados por cada 10 mil habitantes, y cada año se registran hasta 150 casos nuevos.