Cancún, 19 Sep (Notimex).- Los servicios médicos de emergencia que tiene el Caribe Mexicano se encuentran a la altura de la exigencia que implica un destino turístico de clase mundial, consideró el especialista en cardiología, Alfredo Lugo Villa.
El cardiólogo intervencionista del hospital Galenia precisó que, en términos generales, Quintana Roo ofrece servicios y atención de calidad, que la misma exigencia de un destino obliga a las empresas a mejorar, sin embargo, es necesario unificar criterios.
En entrevista con Notimex, explicó que se requiere unificar criterios, y sobre todo, aplicar los protocolos de atención, principalmente en pacientes con problemas específicos.
Tenemos el personal, los paramédicos, las unidades de traslado, las instalaciones, prácticamente del mejor nivel y a la vanguardia, pero no hay un orden, afirmó.
Opinó que, en términos generales, la calidad es buena y que en todo caso es cuestión de unificar criterios para dar un mejor servicio, que al final del día se puede traducir en salvar vidas.
En la presentación de Código Infarto, una asociación sin fines de lucro a la que pertenecen cardiólogos a nivel internacional, señaló que las muertes por infarto siguen siendo la principal causa de mortalidad en México.
En el caso de los destinos turísticos, señaló que hay que tomar en cuenta la incidencia de casos de infartos y problemas cardiacos de los visitantes que llegan y que al cambiar sus esquemas tradicionales de vida, enfrentan una situación de este tipo.
Hay turistas que llegan, se sienten bien, dejan de consumir sus medicamentos, caen en excesos de comida, bebidas, actividades que no están acostumbrados a hacer como nadar, bucear, andar en bicicleta y es cuando llegan los problemas médicos, detalló.
Lugo Villa manifestó que ante ese panorama se busca expandir en Quintana Roo el proyecto Código Infarto, cuyo fundador y precursor es Juan Carlos Pérez Alva.
Explicó que con la dicha agrupación, cardiólogos buscan salvar vidas de aquellas personas que padecen alguna enfermedad del corazón, pues es un protocolo que se activa sin rebasar los 90 minutos.
Comentó que de entrada este esquema permitirá conocer el número de personas capacitadas o no, tipo de instalaciones que se tienen y los especialistas que hay.
En México, su fundador y precursor Pérez Alva emprendió este proyecto en Puebla y ahora llega a Quintana Roo para implementar estrategias que acortan el tiempo de tratamiento.