La expansión de la vía “se va a terminar independientemente de lo que sea, truene, llueva o relampagueé”, planteó Ricardo Martinelli a periodistas tras un recorrido por la primera línea del metro que se construye en Panamá y en Centroamérica.
El mandatario indicó que siguen las conversaciones entre la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y el Grupo Unidos por el Canal de Panamá (GUPC) ante la amenaza del consorcio de suspender la obra si la entidad panameña desatiende sus reclamos económicos. “Ha habido diferencias, discrepancias; espero que se pongan de acuerdo. Panamá no va a negociar lo que no está en el contrato, advirtió el mandatario panameño.
El GUPC, formado por la italiana Impregilo, la española Sacyr Vallehermoso, la belga Jan De Nul y la panameña CUSA, amenazaron con suspender sus trabajos a partir del 20 de enero si la ACP no reconoce mil 600 millones de dólares en sobrecostos.
La ACP propuso adelantar 100 millones de dólares en pago, pero el GUPC demandó hasta 500 millones de dólares en anticipo o pagar mil millones de dólares adicionales al contrato, lo cual fue rechazado por la empresa panameña estatal.
En este marco, el secretario general de la Central General Autónoma de Trabajadores de Panamá (CGTP), Abelardo Herrera, advirtió que unos dos mil trabajadores han sido despedidos de la ampliación mientras que otros cuatro mil cesarían si las obras son suspendidas. “La ACP debe asumir la responsabilidad de la carga social”, dijo Herrera al llamar a otros gremios a estar atentos a los derechos de los obreros.
La ampliación inició en 2007 con una inversión de cinco mil 250 millones de dólares con miras a finalizar en octubre de 2014, pero por varios factores la finalización se prevé ahora para junio de 2015.